El Consell d'Eivissa está preparando la demolición de una de las cinco falsas ruinas que se levantaron en el Puig des Camp Vell en Santa Agnès. Se trata de la edificación más grande del conjunto de falsas ruinas que se construyeron en la zona y simulaba una edificación antigua para poder conseguir la licencia de construcción de una vivienda.

Según explicó ayer el conseller de Política Territorial, Miquel Ramon, tres de las ruinas ya fueron demolidas por los propietarios porque así lo especificaban diferentes fallos judiciales. Sin embargo, en este caso la sentencia no obligaba a la ejecución de la demolición, por lo que la tramitación es diferente y se lleva a cabo a través de la vía administrativa.

Exposición pública

Ramon confió en que esta falsa ruina que se pretendía usar como vivienda pueda estar demolida en cuestión de un mes. Actualmente, el proyecto de derribo está a exposición pública en el Consell, que adjudicará la demolición. «Es una obra menor y esperemos que no se alargue, aunque a veces no va todo lo rápido que quisiéramos», añadió.

Se trata de la primera ruina que se construyó y la más importante, según el conseller, que indicó que esta actuación la tendría que haber llevado a cabo el Ayuntamiento de Sant Antoni, aunque el Consell se subrogó.

En este caso la falsa ruina ha provocado también problemas entre el vecindario, porque la casa, cuya reforma ya estaba muy avanzada, fue ocupada de forma ilegal.

Todavía queda una quinta falsa ruina que no se ha derruido y cuyo expediente también está llevando a cabo el Consell d'Eivissa, que ejecutará la demolición.

La empresaria que promovió las tres falsas ruinas que ya han sido derribadas fue condenada a 21 meses de cárcel y a demoler las casas.

Las edificaciones están situadas en una zona protegida de es Amunts.

Según relató el conseller, en es Camp Vell se levantaron un total de cinco falsas ruinas y tres de ellas ya han sido demolidas por imperativo judicial. Los promotores no son las mismas personas, aunque la zona coincide. «Es la misma idea pero con diferentes propietarios porque la que se va a tirar ahora es de un promotor extranjero», expresó Miquel Ramon, que no sabe si se han investigado las conexiones entre unas edificaciones y otras. Todavía queda otro expediente en el Consell que también acabará en demolición.