Con tranquilidad y sobre todo con mucho amor. Así es como disfrutaron la top model Naomi Campbell y su multimillonario novio, el empresario ruso Vladislav Doronin, sus primeros días de vacaciones en Eivissa, donde aprovecharon para salir a navegar, una de sus aficiones favoritas. Así, ambos se embarcaron en un lujoso yate en compañía de algunas de sus amistades para disfrutar de una agradable travesía a Formentera. Una vez allí dieron tiernos paseos por la playa y disfrutaron de la gastronomía típica de la isla.

Campbell y Doronin visitaron la isla por primera vez como pareja formal el año pasado. Igual que en aquella primera ocasión, este año han demostrado que siguen tan enamorados como la primera vez que se vieron, hace ya algo más de un año y medio en el festival de cine de Cannes. Para la jornada playera, Campbell eligió un vestido corto, muy playero de estilo Adlib acompañado de unas enormes gafas de sol y un sombrero con el que quiso distraer las miradas de los más curiosos. Aún así hubo algunos turistas que se percataron de la presencia de la pareja. El millonario ruso, por su parte, escogió un bañador a cuadros combinado con una camisa de estilo marroquí.

Ese encanto tan especial de Eivissa que consigue cautivar a muchos de los turistas que la visitan también ha calado hondo en esta pareja de guapos y ricos. Tanto que este año han viajado varias veces a Eivissa durante el invierno para buscar una segunda residencia en la que pasar sus numerosos días de vacaciones. Tras visitar algunas de las mansiones más lujosas de la isla parecía que la búsqueda por fin llegaba a su fin con el chalet de Borja Thyssen y su esposa Blanca Cuesta, que pusieron a la venta el pasado otoño por casi 10 millones de euros. Según comentan, el millonario ruso y su novia decidieron finalmente que no porque durante la visita pasaron unos aviones y el ruido que éstos ocasionaron no les gustó nada. Así que por el momento siguen buscando su nido de amor en Eivissa. María José Real