S. P. /J.J. M.

El empresario hotelero Fernando Ferré, propietario del Grupo Playa Sol (GPS) que controla 60 establecimientos en las Pitiüses, declaró este martes ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Eivissa por la denuncia presentada en mayo del año por Inspección de Trabajo después de que los sindicatos alertaran de la presunta contratación irregular de alrededor de un centenar de trabajadores de República Checa con contratos redactados en checo y sueldos de unos 275 euros al mes.

Fuentes de la Fiscalía explicaron que el empresario compareció en el juez «más para aportar documentación que para declarar» aunque en su intervención ante el magistrado «se defendió diciendo que contratar en República Checa le costaba más caro que hacerlo aquí y que les ofrecía cama, comida y similar sueldo que a los trabajadores locales».

A pesar de dicho sobrecoste, Ferré justificó la contratación en centroeuropa «al necesitar personal que hable idiomas». El empresario, incluso, habría defendido, incluso que está buscando fórmulas para que la contratación de este tipo de personal «se amplíe de los dos o tres meses actuales a medio año».

Único imputado

El empresario es el único imputado por un supuesto delito de defraudación a la Hacienda Pública por presuntamente haber creado una sociedad en el extranjero para eludir los pagos a la Seguridad Social, y también por otro supuesto de infracción de las normas de prevención de riesgos laborales.

En su comparecencia, el propietario de GPS habría aportado nóminas, «documentos que avalaban que cumplía la normativa de riesgos laborales y que los contratos estudiados son trabajadores 'desplazados' que cumplen con todos los requisitos fijados por la Unión Europea y que están dados de alta en su país», señalaron desde el ministerio público.

El próximo paso, continuaron las mismas fuentes, es estudiar la documentación aportada para comprobar su veracidad y determinar si se mantiene la acusación o se retira.