Un informe sobre seguridad aérea del Ministerio de Fomento obliga a reducir el proyecto de campo de golf que impulsa Empresas Matutes en Platja d'en Bossa de 18 hoyos a nueve por motivos de seguridad del aeropuerto de Eivissa. Este informe es uno de los más importantes y decisivos a la hora de autorizar el campo de golf. Según ha podido saber este periódico, el documento establece que si se quieren construir instalaciones de golf en ese terreno hay que reducir su extensión de forma significativa, de forma que sólo pueda tener nueve hoyos.

No es la única objeción que pone el organismo encargado de la seguridad aérea del Ministerio de Fomento, ya que también se desaconseja la creación de lagos, como incluye el proyecto. Estas acumulaciones de agua atraen aves en una área especialmente rica en fauna como es el parque natural de ses Salines. Desde Fomento desaconsejan un incremento de estos animales, que pueden afectar a la seguridad de los aviones.

Los condicionantes que introduce este informe del Ministerio de Fomento dificultan enormemente la aprobación del campo de golf de Matutes en Platja d'en Bossa. Ahora mismo el proyecto está pendiente de aprobación por parte de la Comissió de Medi Ambient de Balears desde hace meses.

Incumplimiento de plazo

El proyecto lleva muchos meses paralizado en la Comissió de Medi Ambient, en parte porque Empresas Matutes no subsanó en plazo las deficiencias que le había marcado este organismo. Desde el Govern siempre habían apostado por no archivar el expediente, pese a que podrían haberlo hecho, para esperar a tener todos los informes.

Algunos de los documentos pendientes que debían elaborar diferentes administraciones sobre las afecciones de este campo de golf correspondían a carreteras del Consell y del Ayuntamiento de Sant Josep. También restaban por entregar informes de impacto ambiental de la propia Conselleria de Medi Ambient.

Desde el Consell d'Eivissa han remarcado en diversas ocasiones que este proyecto no está ubicado en el emplazamiento más adecuado, aunque siempre han asegurado que harán caso de lo que marquen los informes técnicos de las diferentes administraciones.

La Comissió de Medi Ambient dio tres meses en noviembre a Empresas Matutes para redactar prácticamente de nuevo su proyecto de campo de golf. Una de las deficiencias más graves se refiere a que en los terrenos donde se proyecta el golf se constató la presencia de un hábitat de interés prioritario catalogado por la Unión Europea, una planta llamada salicornia que fue sepultada por la tierra de las autovías. La comisión obligó a Matutes a recuperar ese hábitat. Además, se decidió pedir información al Juzgado sobre la investigación de las tierras. Otro de los fallos detectados tiene que ver con las aguas de drenaje del campo de golf, que según los técnicos de Medi Ambient puede afectar a la zona del estanque de la Sal Rossa. Además, hay una posible presencia de yacimientos arqueológicos que se deberían recuperar.

El proyecto podría aprobarse o denegarse en una reunión de la Comissió de Medi Ambient prevista para el mes de julio.

El Ministerio de Fomento denegó el permiso a un campo de golf de Melilla situado junto a un aeropuerto por el riesgo que suponía para la navegación aérea. En concreto, se hablaba del peligro que representaban los lagos del golf en una zona tan próxima al aeródromo, lo que incrementaba el número de aves.

Sin embargo, nueve meses después de esta denegación del permiso, el Ministerio ha dado ahora la autorización para la apertura de este nuevo campo de golf. El presidente de Melilla, Juan José Imbroda (PP), en declaraciones a Europa Press, ve una «mano negra» detrás de esta maniobra, ya que al parecer fue la ex ministra de Fomento, Magdalena Àlvarez, la que prohibió la apertura de este campo de golf. Sin embargo, el nuevo ministro ha dejado sin efecto esa orden. La compañía Air Nostrum fue quien alertó de los riesgos que podía suponer el campo de golf para la seguridad de los aviones.