En abril de 1975 trabajaba como socorrista en Cruz Roja. Me enteré de que hacía mucha falta sangre en la isla y decidí empezar a donar. Y así hasta que cumpla 100 años», cuenta sonriente Paco Martínez, que en la actualidad tiene 54 años y cuenta con más de 90 donaciones de sangre en su historia y colabora con la Associació de Donants de Sang d'Eivissa y Formentera. Paco está totalmente concienciado con la necesidad de sangre en las Pitiüsas: «La gente que no lo ha hecho nunca no tiene que tener miedo, que pruebe una vez. Con el paso de los años he convencido a mi hijo, a muchos amigos y a compañeros de trabajo». A Laura Moreno, que empezó a donar sangre hace tres años, le quedan todavía muchas donaciones para llegar a la cifra de Paco: «Mi madre ha donado sangre casi toda la vida. Yo me animé hace tres años por verla a ella porque era una tradición familiar. Desde entonces lo hago tres veces al año, que es el máximo para una mujer. Además, quiero que mis hijos, cuando sean mayores de edad, continúen con las donaciones; es un tema que hemos hablado mucho en casa y ellos lo tienen asumido», explica
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13/06/09 0:00
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