La dirección del Parque Natural de ses Salines, dependiente de la conselleria de Medi Ambient, autorizó este fin de semana la evacuación de un barco de recreo a través del Parque Natural. Un rescate por tierra que demandó la tala de varias ramas de pinos para que tanto la grúa de remolque como la embarcación, de entre 8 y 10 metros de eslora, pudieran atravesar por uno de los caminos del parque.

La operación duró siete horas el sábado por la mañana y fue, según Medi Ambient, un caso excepcional. Así lo destacaron fuentes de la Conselleria, que explicaron que «era peor el riesgo medioambiental de un vertido de combustible al mar» debido a que la embarcación se encontraba varada frente a las rocas de la zona sur de la playa (a varios metros después del último chiringuito en dirección a la torre de Sal Rosa) y no era posible un rescate por mar debido al mal tiempo.

«No había alternativa porque con la barca varada había peligro de un vertido de combustible, lo que para la dirección del Parque era mucho peor. Y llevarse el barco por mar era peligroso y arriesgado, porque también podía tirar todo el combustible», explicó un portavoz de la Conselleria.

Asimismo, aseguró que aunque es verdad que «se cortaron ramas» para que pudiera pasar tanto la grúa como la embarcación por un camino interior del parque, «no hubo ningún daño medioambiental» en el Parque.

La embarcación había sido alquilada y encalló el viernes por la tarde. Por ello durante toda la noche debió asegurarse contra las rocas para que el mal tiempo no la dañara y con el objetivo de iniciar la evacuación a primera del sábado.

La operación de evacuación del barco de alquiler contó en todo momento con la presencia de agentes medioambientales del Parque Natural de ses Salines, que supervisaron todo el proceso para evitar cualquier de daño en el entorno, según informaron desde Medi Ambient. Se trató de una evacuación que se extendió desde las 8,00 hasta pasadas las 14,00 horas, y que por momentos ocasionó atascos en la entrada de los aparcamientos.