Mi ilusión desde pequeña era hacer un kayak, aunque nunca he navegado. Un día en clase de ebanistería estaba hablando con Josef, uno de mis compañeros, y salió el tema de conversación. Nos pareció muy buena idea hacer uno artesanal, completamente de madera de abeto y lo que empezó como una idea ahora es una realidad», explica emocionada Cristina Yourstone, una alumna de segundo curso de ebanistería de la Escola d'Arts de Eivissa que elaboró con su compañero de clase Josef Albertsson un kayak de madera de abeto como trabajo de curso: «Le preguntamos al profesor si podíamos hacerlo y nos dijo que sí, pero que no valía para el trabajo de final de curso que tenemos que entregar antes de junio del año que viene», puntualiza Josef, para quien lo que más le costó de todo el proceso de creación fue trabajar en todo momento con precisión: «No había cabida para ningún error».

Tras cinco meses de trabajo por fin han cumplido una de sus mayores ilusiones: «Había mucha gente que no creía en nuestro proyecto. Pensaban que se quedaría en una idea vaga, por eso creo que lo que más difícil me pareció fue empezar. Empezamos hace cinco meses con la base de los moldes y ahora ya lo tenemos acabado», explica Cristina. Al sueño de hacer un kayak se le añaden las coincidencias, pues ambos tienen hermanos que ya habían hecho dos kayaks hace años: «En mi caso siempre había querido hacer uno porque había visto a mi hermano como lo hacía» precisa Cristina, quien cuenta que repetiría la experiencia sin pensarlo: «Es mucho trabajo, pero no me importa. Creo que le haré uno a mi nieta y si mi hija quiere otro también se lo haré». Josef, en cambio, por el momento no se plantea hacer otra embarcación de este tipo: «Principalmente porque es mucho trabajo, pero me lo he pasado muy bien».

En la actualidad, estos dos alumnos centran sus esfuerzos y creatividad en las prácticas de ebanistería y el proyecto de fin de curso que deberán entregar el año que viene.

María José Real