Momento de una de las actuaciones que tuvo lugar este fin de semana en memoria del fallecido Xevi Collellmir.
02/06/09 0:00
Muchas de las personas que asistieron como público al homenaje al artista Xevi Collellmir que tuvo lugar este fin de semana en la escuela de clown de Eric de Bont, ubicada en la carretera de Sant Josep a Sant Antoni, lo conocían de haberlo visto actuar en el puerto, su lugar de trabajo durante algo más de 15 años. Otra parte de los asistentes no quisieron perderse este emotivo, pero también divertido adiós, por la amistad que mantenían con este clown catalán. Incluso hubo quien llegó desde lugares tan lejanos como Israel.
Xevi Collellmir sintió la llamada del teatro cuando formaba parte de los Escolapios, donde hizo amigos para toda la vida. Más tarde empezó a estudiar Psicología en la Universidad de Barcelona, estudios que complementaba con trabajos como pintor, ceramista o taxista y, en verano, como pastor de vacas en los Alpes. De espíritu viajero, durante su juventud visitó países tan diferentes como Marruecos, Grecia, Alemania o Brasil. Su pasión por el teatro llegó en Camerún, donde en 1983 salió de gira con el circo Regland. Allí comenzó su trayectoria como payaso. Ya de vuelta a tierras catalanas se convirtió en el primer hombre estatua de las ramblas con su número El músico desconocido. Su relación con Eivissa empezó hace 15 años con las primeras actuaciones por el puerto de Eivissa donde arrancó más de una sonrisa a pequeños y mayores.
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