Por cuarto año consecutivo acude a la aldea almonteña la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Portmany de Eivissa, que preside Diego Infante.

Fundada hace 20 años e integrada por ibicencos de adopción, nacidos en distintas localidades andaluzas como Huelva, Puebla de Cazalla o Cádiz, están integradas a la Hermandad de Villalba del Alcor, con la que han hecho el camino desde ahí hasta el Rocío, es decir, unos 42 kilómetros en día y medio, con parada para dormir en el Pastorcito.

En esta ocasión, el alcalde de Sant Antoni de Portmany, José Sala, y Joan, el párroco de la localidad que se convirtieron en dos peregrinos más.

El sábado, junto con los miembros de la hermandad de Villalba, estuvieron en la ermita en lo que se denomino jornada de presentación de hermandades ante la primera en el escalafón de Hermandades del Rocío, que es la de Almonte, y al día siguiente -ayer- a la misa solemne celebrada en la plaza junto con las otras ciento cuatro hermandades.

El alcalde Sala explicó: «Nos lo estamos pasando muy bien y aunque el Camino es duro se puede hacer». También añadió que le gustaría ver cómo se hace el salto la verja por parte de los almonteños, acto que tiene lugar en la madrugada del lunes. Ayer, la hermandad ibicenca desfiló junto al resto de rocieros en el pasacalles que se hace después de la misa.

Pedro Prieto

Más de 200 personas acompañaron ayer a la Virgen del Rocío en la misa campera que se hizo en su honor. El Coro Rociero de la Casa Cultural Andaluza de las Pitiüses puso música y sentimiento al acto religioso con sus cantos dedicados a la Virgen. Algunos rocieros se encontraban preparando los aperitivos en la media docena de casetas que se habían instalado en el descampado tras el Recinto Ferial, mientras un megáfono anunciaba la paella a cinco euros. La Asociación de Vecinos de Es Clot también ha participado en la romería que se ha celebrado este fin de semana y la caseta de esta agrupación no faltó. Tampoco lo hicieron los Rocieros de Ses Feixes, que también quisieron homenajear a la Blanca Paloma. Tras la misa cantada se disfrutó de música y baile, y no faltaron comida y bebida, necesarias para reponer fuerzas, ya que a las 18'00 horas de la tarde de ayer concluía la romería con el regreso de la Virgen a la iglesia del Rosario. De esta forma se puso fin a la fiesta hasta el año que viene.