Nació en Sant Mateu, en el municipio de Sant Antoni, pero «casado en Santa Eulària y residente en el municipio de Eivissa», dice. Colomar tiene una dilatada trayectoria como empresario de la automoción. Concesionario de Seat desde 1965, se siente especialmente orgulloso de que uno de los coches lleve el nombre de Ibiza. Impulsó la asociación de automoción AEMA en 1987 de la que ha sido presidente hasta diciembre de 2008. Ha estado al frente de Cruz Roja y ahora preside el colectivo de los concesionarios de automoción de Eivissa, del colegio oficial de agentes comerciales, de Prodeco y de la asociación de vecinos de Talamanca.

-¿Es usted hiperactivo, dada la cantidad de colectivos a los que representa?

-Siempre he intentado trabajar en equipo y delegar cuando se pueda.

-Lo digo porque ha estado en tantos colectivos, en política y en Cruz Roja ¿No le quedará mucho tiempo libre?

-No, no me queda mucho, pero es una cuestión de programarse y marcarse unas líneas. En política estuve en la transición cuando era presidente Adolfo Suárez, que hizo un buen trabajo y le tengo mucho aprecio. Fui concejal de Eivissa en esa época y es una experiencia que no repetiría. Es un trabajo difícil y más ahora. Para mí son más importantes los intereses generales que los particulares.

-¿Qué le parece la Ley de Memoria Histórica y la decisión de Vila de retirar los símbolos franquistas?

-No veo muy bien la memoria histórica. Ha habido mucha gente que ha formado parte de la historia de España y por qué no puede formar parte de la historia un dictador. Aunque que quede claro que yo estoy en contra de cualquier dictadura, sea de derechas o de izquierdas. Es un tema que ya estaba casi olvidado y ahora se saca otra vez. Ha habido casos determinados por ambos bandos y no creo que sea conveniente buscar revanchismo.

-¿Resulta más rentable comprar un coche en plena crisis?

-Sí, por la cantidad de acciones comerciales a los que se puede acoger. Hay previsiones de una recuperación el segundo semestre pero ahora se ha creado un clima de confusión y mucha gente que tiene medios para comprarse un coche se está aguantando por ese clima de desconfianza.

-¿Cada cuánto tiempo se cambia de coche?

-No tengo uno fijo, soy concesionario y por los convenios tenemos que utilizar coches diferentes.

-¿Cuál es su modelo preferido?

-Es un poco difícil. Llevo un A6 pero me encanta el Seat Ibiza, es un coche con unas prestaciones estupendas y lleva el nombre de la isla. He viajado mucho y cuando veo el nombre de Ibiza en los coches por todo el mundo se me pone la piel de gallina.

-¿Qué es lo que más le gusta de Eivissa?

-Me gusta toda las isla: el paisaje, la gente, sobre todo la del campo. Ese carácter abierto y hospitalario de la gente de Eivissa se ha perdido un poco por la desconfianza, por la invasión de gente de fuera.

-¿Y lo qué menos?

-La suciedad. Eivissa es una isla que podía ser un jardín como Madeira. Aquí deberían ponerse de acuerdo y no tener tantos enfrentamientos. Nos interesa un turismo de cruceros y campos de golf.