La crisis económica ha provocado que por primera vez los autónomos de Balears que han dejado su actividad por falta de trabajo hayan comenzado a solicitar la renta mínima de inserción, destinada a aquellas personas que ya han agotado el subsidio de paro y no tienen ingreso alguno.

Además de los trabajadores autónomos, la mayoría de solicitantes que acuden para reclamar este tipo de prestación son mujeres con hijos menores a su cargo y personas que viven solas, además de inmigrantes, según los datos proporcionados por el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS).

Las solicitudes para obtener una renta mínima de inserción se han duplicado en los primeros meses del año con respecto al mismo periodo de 2008. La cifra no para de crecer. Sólo en enero y febrero de este año, con las 640 solicitudes, ya se superó el número total que hubo el pasado año, cuando se recogieron 504 peticiones.

Esta circunstancia ha hecho que el Govern tenga que incrementar los recursos destinados a esta partida, prevista inicialmente en 2,5 millones de euros, en el caso de que se mantenga el aumento de peticiones. El total destinado a la renta mínima de inserción en 2008 fue de 2,7 millones.