El objetivo de este curso de monitores de tiro es que los policías ganen seguridad en el manejo de armas, que tengan un buen conocimiento de las mismas y saber resolver situaciones de estrés rápidamente», explicaba Juan Carlos, que junto con Miguel Àngel se encargó ayer de impartir el primer curso de monitores de tiro que se celebra en Eivissa en el que participan 12 policías locales de Santa Eulària, Sant Antoni, Sant Josep y Eivissa.

Tras las 25 horas de sesiones teóricas, que dieron comienzo el 29 de abril, los alumnos empezaron la semana pasada las prácticas: «Los ejercicios que les enseñamos van subiendo de nivel, por ejemplo, de un tiro pasamos a dos seguidos. También aprenden a hacer cambios de cargador de emergencia, que son cuando no tienen munición, o tácticos, que son los que tienen unos 10 o 12 cartuchos por cargador», explicó Miguel Àngel. Durante la mañana de ayer, los alumnos aprendieron además a disparar con diferentes posturas: «Por ejemplo de pie, con una rodilla en el suelo o en movimiento», precisó Miguel Àngel.

Deborah Martínez tiene 31 años y trabaja en la policía local de Eivissa. Si aprueba el examen práctico que estos alumnos tienen que superar para ser monitores de tiro será la primera mujer instructora de esta especialidad en Balears: «Decidí ser policía local hace 10 años. En Eivissa he trabajado siete. Creo que tanto la parte teórica como la práctica me están yendo bien. Siento que he ganado seguridad en mí misma. Creo que esta formación es completamente necesaria para nosotros, los policías, porque la calle es muy insegura». Para ella es todo un orgullo ser mujer y policía: «Soy muy de mujeres al poder. Estoy poniendo todo mi empeño en este curso para demostrar que sabemos, podemos y valemos para esta profesión que a veces se considera sólo de hombres». Àngeles Gallardo, delegada en Eivissa de la Escuela Balear de Administración Pública, destacó la importancia de celebrar este curso en Eivissa: «Hasta esta edición los alumnos se tenían que desplazar a Mallorca para hacer estos cursos, que duran varias semanas. Aparte del coste económico también existía el coste en personal porque cuando se iban a hacer los cursos implicaba que había menos gente trabajando aquí, en Eivissa». María José Real