El Consell ha encargado la elaboración de un mapa del ruido de todas las carreteras de las que es titular en la red primaria y secundaria de la isla. El objetivo de este estudio, que se tiene que llevar a cabo para cumplir la legislación vigente, es analizar qué niveles de ruido producen las diferentes vías para introducir medidas correctoras en caso de que se superen límites acústicos. La ejecución de este mapa ha salido ya a concurso por 178.593 euros.

Según explicaron ayer desde el Consell, un mapa de estas características sirve para poder evaluar globalmente la exposición al ruido en una zona determinada.

La legislación vigente exige que, una vez terminada la primera fase del proceso descriptivo y en función de los mapas de ruido obtenidos, se proceda a redactar el correspondiente plan de acción.

De esta forma, se tendrán que determinar qué acciones se realizan en caso de que se superen los límites acústicos. También se tendrá que proteger a las zonas tranquilas contra el aumento de la contaminación acústica.

El plazo para realizar este mapa es de diez meses. En los ocho primeros se tendrán que elaborar los mapas de acción y en la segunda fase se tendrán que llevar a cabo los planes de acción, que durarán dos meses.

La elaboración de los mapas del ruido se desarrollará en dos etapas, según explicaron ayer desde el Consell. En primer lugar se harán los básicos y más tarde los detallados. Como resultado de los estudios básicos se delimitarán las zonas en las que se deben realizar los mapas de ruido detallados. Estas zonas corresponden a zonas urbanas de carácter residencial o con gran presencia de viviendas y alta densidad de edificación, con distancias entre edificaciones inferiores a 30 metros.

Este estudio se realizará en todas las vías de las que es titular el Consell incluidas la variante de Santa Eulària, el segundo cinturón de Vila y la carretera de Sant Antoni.

La legislación sobre el ruido que rige actualmente es una directiva europea de 2002, la ley del ruido de 2003 y varios reales decreto. En 2007 el Govern balear también aprobó una ley contra la contaminación acústica.

El mapa de ruidos prestará especial atención a las zonas urbanas densamente pobladas y a los lugares en los que se sitúen colegios y hospitales. También se tomarán medidas especiales en áreas que requieran una especial protección contra la contaminación acústica, como las que forman parte de la red europea Natura 2000 o los espacios de relevancia ambiental. El estudio se realizará en 21 carreteras de las isla.