GUILLERMO ROMANÍ

Tras un mes de abril que no ha sido turísticamente malo, la Semana Santa aportó visitantes gracias entre otros a la Regata Ophiusa o el Stage Nacional de Judo, posteriormente la Mostra de Gastronomia i Vins de les Balears y los buenos resultados del puente del primero de mayo, el sector se pregunta qué pasará ahora. Los comentarios generalizados eran que «se veía movimiento», «había gente en la calle» o «los kioscos de playas gracias al buen tiempo tuvieron en algún caso llenos que ni en agosto», pero la hora de la verdad llega en este impasse de mayo ya que hasta finales de mes no se espera gran afluencia de turistas.

Paco Marí, con intereses en hostelería y oferta complementaria, explica que «hasta día de hoy, debido a que los touroperadores venden a última hora, no puede saberse cómo irá, pero las previsiones indican que la temporada será durilla porque los clientes esperan al último momento para comprar los paquetes de viaje, y así conseguirlos a buen precio y por tanto las reservas en este momento no van como en temporadas anteriores». De todas maneras Marí dice que «si el tiempo sigue así y las cosas parecen que van un poco mejor, podemos tener una temporada interesante, no como la del año pasado porque somos conscientes de que no lo será, pero creemos que con el turismo nacional, el portugués y el alemán entre otros, compensarán la pérdida del mercado italiano». Además apunta que si alojamiento y ocio nocturno, lo que mueve a gran parte de los visitantes, se resentirán poco, a su entender quienes más van a notar la crisis serán los restaurantes y el comercio, en especial los establecimientos de souvenirs y complementos.

Demanda de empleo

Y en este sentido cobraba vigencia una frase de Jaume Tur, propietario de un restaurante en es Arenals, «si hace uno o dos años era imposible contratar trabajadores aquí o en la península y pagándoles mucho, y ahora esas mismas personas vienen buscando trabajo es que algo ha cambiado». Para Tur, que considera que la temporada será regular, no mala, incide en que «cuando aquellas personas que trabajando aquí salían y gastaban dinero, ahora buscan trabajo es porque la situación, sobre todo en la península es problemática y eso preocupa, porque muchos de nuestros clientes vienen de ahí».

Jesús Costa, diseñador y con intereses en el sector del alquiler, afirma que 2009 será una buena temporada «pese a la crisis, se nota que la gente se ha retenido en sus gastos durante unos meses, ha reinvertido poco pero pienso que la temporada será buena, en Semana Santa ya vino mucha gente, el puente de mayo ha sido muy bueno que ya es un indicio de cómo puede ir la temporada y las reservas de alquileres se están manteniendo al mismo nivel de otros años, cierto que con la excusa de la crisis hay muchos que esperan al último momento para obtener descuentos, pero, de momento creo que 2009 será muy similar a 2008».

Un 10% no es un drama

Para Bartolo Escandell, representante de los titulares de adjudicaciones temporales de las playas, es decir kiosqueros y hamaqueros, «de momento prevemos una buena temporada ya que ha comenzado a hacer buen tiempo y espero que aún a pesar de la crisis no haya un descenso en turistas y negocio más allá del 10%, es una cifra que podríamos entender como normal, a lo largo de los años hay altibajos, pero si el descenso en el volumen de negocio fuera superior al 10% indicaría que la crisis nos está afectando de verdad».

Y Àngel Costa, con intereses en varios sectores coincidía en que la temporada será ligeramente más floja que 2008 «y si hay diferencias serán pequeñas, estamos hablando de entre un 5 y un 10%, por tanto esa circunstancia no nos hará ni más ricos ni más pobres» y destacaba que en el tema de la ocupación turística no habrá grandes descensos, más bien pocos «pero donde se notará será en la oferta complementaria en especial en aquellos restaurantes que no se dedican a cosas muy específicas y que tienen un cartel desde hace años, pero los que se dedican un poco a todo serán los que más notarán la bajada en el volumen del negocio y todo lo que es comercio y tiendas de ropa y souvenirs serán los que más notarán, creo, la crisis».

Por su parte un hotelero de es Pujols, Vicent Cardona, apuntaba que «la temporada será normal, como la del pasado año porque las previsiones y los hechos demuestran que las agencias y los particulares están pidiendo muchas habitaciones y los alemanes lo hacen incluso fuera cupo, por lo que creo que este año la temporada no será problemática». De todas maneras Cardona señaló que «si por casualidad la temporada fuera más mala, siempre digo que la empresa que no puede dejar de facturar, ya no digo ganar, un 15 ó 20% menos, no tiene derecho a existir, porque si hay una bajada de turismo o de negocio hay que poder seguir subsistiendo sin problemas».

El presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, señalaba que «dentro de la incertidumbre que ha habido hasta ahora y que de alguna manera aún se mantiene hasta que comience la temporada media alta y alta, pienso que este verano será similar al de 2008, con una lógica bajada debido a la situación de crisis económica general aunque ello no impedirá, creo, que la temporada sea buena», y por ello apuntaba que «desde la conselleria de Turisme se ha hecho y se está haciendo un buen trabajo promocional abriendo nuevos mercados o consolidando otros, y hasta que no pasemos agosto no podremos decir, con datos en la mano, cuál será el resultado del 2009 y en consecuencia hay que mantener la calma».