Tras la homilía, los devotos partieron de la iglesia para iniciar la romería organizada por la hermandad de Sant Antoni. Foto: GERMÁN G. LAMA

En las carretas y mochilas, agua, comida y ropa para llevar mejor el fin de semana de peregrinación. Como cada año desde 1987, la hermandad Nuestra Señora del Rocío de Sant Antoni organiza la romería en esta localidad a la que acuden personas de toda la isla. Este año la cifra de participantes se eleva a casi 2.000, repartidos muchos de ellos en las 18 carretas muy bien equipadas, mientras otros y otras optaron por hacer parte del camino a pie.

Cerca de las 16'30 horas, la plaza de la iglesia de Sant Antoni comenzó a vestirse con el mejor color de los trajes de sevillanas. Durante la misa, los hermanos hicieron una ofrenda floral a la Virgen del Rocío. Una vez concluida la homilía, el sonido de algunos tambores hacía prever el inicio del camino, que llevó a todos los peregrinos por un recorrido por las principales calles de la ciudad, como Balanzat, Madrid, Cervantes, del Mar, Soledad, Isidor Macabih de donde más tarde salieron hacia la carretera de cala Gració para llegar más tarde al pinar de sa pedrera. La música de sevillanas, los bailes y las guitarras animaron buena parte del recorrido en el que encontraron algún que otro turista que aprovechó para inmortalizar uno de los eventos folclóricos y religiosos más importantes del país. El Rocío concluye hoy con una misa de romero cantada a partir de las 12'30 horas. Más tarde, concretamente a partir de las 19'00 horas, tendrá lugar el regreso y el Rocío ibicenco se despedirá hasta el año que viene.

María José Real