La Asociación Balear de Socorristas Acuáticos (A.B.S.A) alerta de que «las malas condiciones» en las que trabaja el colectivo «al final repercuten en la seguridad del bañista».

Según explicó Renzo Nápoli, presidente de esta agrupación, que representa a una treintena de socorristas que trabajan en las playas de Eivissa y Formentera, este colectivo trabaja con «un sueldo base bajísimo (entre 600 y 700 euros), muchas veces sin material y empieza muy tarde a estar presente en las playas». Una situación que, según destacó, es problemática para el sector porque a falta de un convenio colectivo, «o lo tomas o lo dejas porque no hay derecho a reclamar». «El problema es que no tenemos convenio colectivo, entonces estamos desamparados. Hablamos con UGT y con CC OO y nos recomendaron que hablemos con las empresas, pero las convocamos y no se presentaron. Las empresas no quieren reunirse con nosotros porque no les conviene», apuntó Nápoli, para quien, «al final, el bañista es el que se lleva la peor parte porque los sueldos bajos también bajan la calidad del servicio y porque siempre empezamos a trabajar con retraso y en ese tiempo el turista está desprotegido».

Asimismo, Renzo explicó que el tiempo que tardan los ayuntamientos en sacar a concurso las concesiones para el servicio de socorristas en las playas es la principal causa de la inseguridad laboral que padecen al inicio de la temporada. «Hasta último momento no sabemos si vamos a trabajar porque las empresas no nos llaman o porque tampoco saben ganarán el concurso. O peor, algunas empresas empiezan a llamar y después no son las que ganan ese concurso», apuntó sobre los procesos de licitación de los consistorios, en los que en la actualidad se encuentran inmersos tanto Sant Antoni como Vila, en vistas a iniciar el servicio el próximo quince de mayo.

En este sentido, Nápoli criticó también el presupuesto que dan los consistorios para esta tarea y aseguró que «buscan pagar lo menos posible para cubrir un servicio que es obligatorio». «Entonces tienen disconformidad los socorristas y los bañistas también porque la playa está mal cubierta», destacó.

Según el presidente de los socorristas, las condiciones empeoraron cuando Cruz Roja dejó de prestar servicio a todas las playas de la isla y los consistorios comenzaron a sacar a concurso público este servicio. «Antes lo hacía Cruz Roja y la verdad que la isla estaba bien cubierta. Los socorristas no se quejaban, el material estaba bastante bien, siempre teníamos un respaldo y los sueldos alcanzaban los 1.400 euros», concluyó.

El presidente de la asociación, Renzo Nápoli, aseguró que buscarán contactar directamente con los ayuntamientos «para buscar su apoyo y una explicación de por qué se tarda tanto en contratar a la gente y en cuidar las playas». «No puede ser que vengan los turistas y no haya un socorrista, un referente en la playa», se quejó Nápoli, para quien, «finalmente, cuando surja un problema o un accidente, los responsables serán los ayuntamientos porque no ha controlado bien ni a las empresas ni las playas».