El Consell ya ha iniciado la protección como Bien de Interés Cultural (BIC) en su categoría de Lugar de Interés Etnológico del conjunto de casetas varadero de sa Caleta por ser un espacio donde a lo largo de la historia se ha desarrollado una actividad etnológica relacionada con la pesca.

El informe realizado por los técnicos para iniciar su protección como BIC destaca que no se preserva este espacio simplemente por sus construcciones ni por casetas concretas, sino porque es el marco de «actividades de interés patrimonial», ya que está vinculado a una determinada forma de vida, de cultura o de actividad tradicional.

En ese mismo informe se explica que a partir de que este espacio sea declarado BIC habrá que elaborar un plan especial de protección, algo de lo que se encargará el Ayuntamiento de Sant Josep, para regular qué casetas son tradicionales, si hay que tirar alguna o qué materiales deben utilizar para su arreglo. También se establecerá si hay que regular algún régimen de visitas.

«Habrá que delimitar el espacio costero donde han tenido y tienen lugar las actividades tradicionales y dotarlo de un entorno de protección», expresa el informe, donde se destaca también que el futuro BIC estará rodeado de zonas protegidas, entre las cuales está el poblado fenicio de sa Caleta, que está declarado Patrimonio de la Humanidad.

Según el Consell, el estado de conservación del desembarcador de sa Caleta es «muy bueno», aunque hay algunos elementos y construcciones que deberían ser vigilados por ese plan especial de protección para decidir qué se hace con ellos. Desde la máxima institución insular destacan asimismo que se trata de un bien «completamente vivo y activo», en un proceso permanente «de evolución y transformación» de sus edificaciones, con lo que es necesario regularlo.

Es además, una de las agrupaciones más importantes de la isla de casetas y varaderos tradicionales. De hecho, otros lugares con numerosas casetas y «no siempre más significativos que este» ya tienen un expediente de esta categoría.

Para la máxima institución insular, una de las razones por las que se explica que haya tantas casetas varadero para embarcaciones tradicionales en esta zona es su fácil acceso. La suave pendiente de esta zona se debe a que es el lecho de un torrente desecado.

En la parte de poniente es donde se sitúan las casetas más antiguas y en algunas de ellas todavía se puede apreciar su construcción tradicional con mortero de fango. Unidas unas con otras y con entradas hacia el mar forman una «unidad constructiva». «Este conjunto tan sólo se rompe por uno o dos almacenes modernos construidos en el acantilado en la parte más alta», remarca el informe del Consell.

En la parte sur hay un sistema constructivo similar y en algunos de los varaderos se observan también algunas que aún mantienen los tejados originales de arcilla. También hay algunas construidas con bloques de hormigón, aunque «están integradas con el resto». Además, en el informe se recuerda que el hormigón con cemento gris no es un invento que se pueda considerar reciente. Tampoco los bloques, ya que se introdujeron en los años 30 del siglo XX.

El primer documento gráfico que existe sobre las casetas es el proyecto de instalación de la batería de costa que hay en sa Caleta, unas antiguas instalaciones militares que ahora quiere revalorizar y aprovechar el Consell. Este documento militar está datado en 1940 y refleja ya la existencia de un total de 14 casetas. En el año 1956 se hace otro plano militar con motivo del desprendimiento de parte del acantilado de la península de sa Caleta. También existe una fotografía de un vuelo de la United States Air Force en blanco y negro, también del 56, en el que no se pueden apreciar las casetas con nitidez.

En 1981 existe otro documento en el que se explica que hay 64 casetas, de las cuales la mayoría tenían rampa de madera hacia el mar.

Según el Consell, este conjunto de casetas es digno de protegerse porque las actividades de pesca en esta zona se remontan a la época antigua. De hecho, en la península de sa Caleta se encontraron restos antiguos de una posible caseta varadero. Según explicó recientemente el director insular de Patrimoni, es probable que las actividades de pesca se lleven a cabo desde hace 2.000 años en este espacio, donde en la antigüedad se cree que hubo un puerto del asentamiento fenicio. Al ser elementos muy frágiles, los temporales arrasan las casetas y algunas pueden tener diez años, pero otras más de cincuenta.