Sant Josep, Sant Antoni y Vila tienen el objetivo de poner en marcha la nueva unificación de horarios de cierre para bares y discotecas este mismo verano.

Son los ayuntamientos más afectados por la normativa de cierres debido a que concentran casi la totalidad de los bares y discotecas de la isla y todos tendrán que hacer algún movimiento horario para adaptarse al nuevo acuerdo alcanzado en el último Consell de Alcaldes, que fija el cierre para los bares a las 3,30 horas y a las 6,30 horas para las discotecas, con media hora de tolerancia para desalojar los locales, independientemente del aforo.

El Consistorio que tiene previsto darse más prisa para aplicar el nuevo horario es Vila, que ya estudia una vía de urgencia para su aprobación. «Estamos buscando el sistema legal para aprobarlo y ponerlo en marcha lo más pronto posible», explicó el concejal de Comercio, Vicente Ferrer, que destacó el acuerdo de «unificación» de los alcaldes. «Lo que no podemos hacer ningún ayuntamiento es actuar unilateralmente porque crearía distorsiones en espacios comunes, como Sant Josep tiene con Sant Antoni y Vila con Sant Josep», explicó el edil.

Desde Sant Antoni, el teniente de alcalde, Joan Pantaleoni, aseguró que los nuevos horarios «podrán estar en marcha este verano aunque no a principios de temporada». «Hay toda una tramitación y en Sant Antoni tenemos un pleno cada dos meses. Si puede ir al próximo pleno que será en mayo, después del tiempo de alegaciones, se podría aprobar para mediados de junio. Si no podemos, quedará ya para mediados de agosto», apuntó Pantaleoni.

Por su parte, la concejala de Gobernación, Paquita Ribas, destacó que tramitar un expediente de estas características «es complicado». «Calculamos que lo llevaremos al pleno de mayo, después de reunirnos con todos los concejales del equipo redactor de la normativa, con los técnicos y representantes del Consell», explicó la concejala para quien la aplicación de la nueva normativa llevará al menos «dos meses de tramitación».

Media hora más

Los cambios afectarán de forma diferente a los bares de Sant Antoni y a los del resto de la isla. En el caso de Sant Antoni, donde los bares pueden abrir hasta las cuatro de la mañana, el nuevo horario supondrá una reducción de media hora por lo que deberán empezar a cerrar a las 3,30 horas. Mientras, el resto de consistorios ampliarán media hora el cierre establecido para estos locales de ocio nocturno ya que hasta el momento es hasta las tres de la mañana. A todos se les permitirá media hora más para desalojar los establecimientos, por lo que todos los bares de la isla deberán estar cerrados a las cuatro de la mañana.

Para las discotecas, el horario se ampliará de la misma forma ya que podrán abrir hasta las 6,30 horas. Sin embargo, a las siete todas deberán estar desalojadas y cerradas, sin distinción de aforo.

El concejal de Comercio de Vila, Vicente Ferrer, explicó que la causa de la ampliación de horarios tiene que ver tanto con la crisis como con el tiempo de funcionamiento que lleva la nueva ordenanza. «Es un compendio de todo. Cuando llevas un año de ordenanza siempre hay que ajustarla porque aparecen cosas que no has tenido en cuenta al principio. Y, después, está el tema de que estamos en una muy situación complicada y esto ayudará a paliarla», destacó.

El teniente de alcalde de Sant Antoni afirmó que «es lógico que haya una unificación horaria en toda la isla» y descartó que vaya a haber rechazo por parte de los bares del municipio a los que se les recorta media hora de trabajo. «La gente se podrá quedar como en los pubs ingleses, se dejará de servir a las 3,30 horas y tendrán tiempo para tomarse la bebida hasta las cuatro», explicó. Por su parte, el concejal de Gobernación, José Ramón Serra Pilot, aseguró que en este municipio también se rebajarán las sanciones.

La concejala de Gobernación del Ayuntamiento de Sant Josep, Paquita Ribas, destacó que una de las causas del cambio de horarios fue que «los empresarios estaban apretando fuerte para que se intente ampliarlos», aunque aseguró que lo importante de este acuerdo es llegar «a un término medio y que todos vayamos a una, sino, no tiene ningún sentido». «Si hubiéramos empezado antes lo podríamos haber hecho para principios de verano, pero ahora lo veo imposible», destacó Ribas, que calcula que la ampliación de horarios podrá ponerse en marcha en julio.