GUILLERMO ROMANÍ

La consellera de Medi Ambient de Formentera, Silvia Tur, justificó ayer que la reducción de fondeos en la zona de Illetes, concretamente entre es Cavall den Borràs y el paso de es Trucadors, no es una «cuestión arbitraria» sino que es el fruto del informe técnico realizado por una empresa especializada.

Tras matizar que en estos momentos se está hablando de un proyecto que debe aprobarse para su aplicación a partir del año 2010, Tur indicó que pasar de los 500 fondeos en momentos punta de la temporada alta a 200 o 250 tampoco es una reducción tan drástica como claman algunas voces.

Para Tur los condicionantes vienen determinados por la capacidad de carga del litoral, la prohibición legal de fondear en zonas de pradera de posidonia oceánica, el respeto a la distancia de 200 metros en zonas de playa de arena y 50 metros en caso de costa rocosa que determina la Ley de Costas y otras medidas de obligado cumplimiento, por lo que no se trata de una reducción arbitraria sino ajustada a la normativa vigente.

La consellera de Medi Ambient hizo estas declaraciones tras presentar el proyecto de regulación de fondeos a su homólogo del Govern Balear, Miquel Àngel Grimalt, y al director general de Biodiversitat, Miquel Ferrà, que apoyaron de forma decidida la propuesta de Formentera para rebajar la presión de las embarcaciones dentro del Parc Natural de ses Salines. Según Tur, desde el Govern balear «entienden la necesidad de dar un paso adelante en la regulación de los fondeos, no sólo en Formentera, sino incluso en el resto de las Balears».

El proyecto presentado queda ahora pendiente de «los informes vinculantes de la Conselleria» y ha tomado como modelo, según la consellera, la esencia del proyecto de regulación de fondeos del proyecto Life Posidonea que ha establecido el Govern balear en es Caló de s'Oli, junto al puerto de la Savina, y la playa de s'Alga en s'Espalmador, «que ha servido para asentar las bases de una nueva etapa de gestión sostenible de los espacios litorales afectados por la mayor presión humana».

Dentro de los 600.000 metros cuadrados de espejo de agua que abarcaría la medida, se pretenden señalizar cuatro campos de boyas y en cada uno de ellos se haría una distribución de cuatro tipos de boyas diferentes en función de lo que es la demanda o presencia habitual de embarcaciones, por lo que dominarían las destinadas a embarcaciones de entre 8 y 15 metros de eslora.

Control con barcos

Tur explicó que para que el funcionamiento sea el correcto, la regulación debe contar con un apoyo básico como es el de embarcaciones de control de los fondeos. Además, para que sea efectivo los tripulantes de estas embarcaciones deben tener un poder sancionador. Por ello, Tur explicó que se está negociando por dos vías. Por un lado el Govern está intentando asumir las competencias de Costas que ostenta el Gobierno Central. Por otro, se está intentando llegar a un acuerdo mediante el cual se pueda destinar personal y material, para que desde Formentera se puedan ejercer dichas actividades de control para que las medidas sean efectivas.