El Día de Sant Jordi vuelve a congregar a cientos de personas en torno a los puestos de libreros. En la imagen, uno de los quioscos instalados en Vara de Rey. FOTO: MARCO TORRES

Para mí Sant Jordi es un día muy especial porque en Barcelona, de donde soy, lo celebramos mucho. He tenido la suerte de no trabajar y hemos aprovechado para venir a pasar la mañana paseando entre libros y rosas». Igual que Àngels, centenares de personas se acercaron ayer al paseo Vara de Rey de Eivissa para participar en el día de Sant Jordi, bien comprando o regalando rosas y sobre todo libros.

Quizá por aquello de que no hay tanto dinero para gastar, la mayor afluencia de público se concentraba en los puestos de libros de segunda mano, como los del bar Cultura Sur, los de la Asociación de Fibromialgia y Fatiga Crónica de Eivissa y Formentera (AFFAC) o el veterano Gerard Legros, que lleva 15 años vendiendo todo tipo de libros en el mercadillo que se celebra todos los sábados en Sant Jordi: «La verdad es que el día está yendo bastante bien; estamos vendiendo mucho. Sin embargo, por mi larga experiencia en venta de libros de segunda mano en el mercadillo de Sant Jordi debo decir que la venta de libros ya usados ha caído porque a pesar de ser muy baratos se puede prescindir de la lectura cuando no hay tanto dinero para gastar». Para los voluntarios de AFFAC, la experiencia en la diada de Sant Jordi fue muy gratificante: «Es la primera vez que participamos. Lo hacemos porque estamos pasando por una difícil situación económica y necesitamos recaudar fondos para pagar a los profesionales y continuar ofreciendo servicios a las personas afectadas por la enfermedad», afirmó Josefa Martín, presidenta de Affac.

Las librerías participantes en la feria, además, aprovecharon para ofrecer un 10 por ciento de descuento en libros: «Cada persona que se acerca al stand se está llevando dos ejemplares. Los más vendidos son la trilogía de Stieg Larsson. También estamos vendiendo mucho El señor del bosque, una novela del romanticismo alemán», explicó Pedro González, encargado de la parte de librería de Hiperbole. Y en cuanto a las rosas, la tradicional rosa roja se enfrentó al bicolor de la novedad: «La gente joven se anima mucho a comprar. La más vendida sigue siendo la roja, pero la bicolor roja y azul también se está vendiendo mucho», explicó Manuela Durán, de la floristería Vara de Rey.

Muchos centros educativos aprovecharon el buen día para salir de excursión: «Hemos visitado Dalt Vila, hemos ido a los museos y ahora estamos dando una vuelta por el paseo para ver la feria del libro. Me he comprado El niño con el pijama de rayas», afirmó Alejandro, de segundo de ESO de Sa Real.

Los actos conmemorativos del día de Sant Jordi se extendieron por otras localidades de Eivissa, como Sant Antoni o Sant Jordi en la que además de celebrar la tradicional fiesta en honor a su patrón también hubo puestos de libros. En Formentera, el día del libro fue como muchos otros años, un tanto inconexo pero no por ello menos activo. No había grandes mesas de libros en la calle, apenas las que se montaron por la mañana en la plaza de la Constitución, la del pueblo, a cargo de Espai Dones, de la Plataforma Solidaria de Formentera, una mesa de intercambio de libros usados y otra en la que la primera institución de la isla obsequiaba con rosas y puntos de libro. Por la tarde la actividad general fue casi nula en la vía pública. biente. Por la tarde tuvo lugar en la Biblioteca Marià Villangómez un Cuentacuentos para niños, la entrega de los premios de dibujo y redacción, Gabrielet y Baldon respectivamente y posteriormente una charla coloquio con la presencia de Sánchez Piñol, autor del libro La pell freda.

María José Real

y Guillermo Romaní