Alrededor de 800 hermanos de las cofradías de Santa Eulària se volcaron ayer en la procesión más importante de la Semana Santa. Poco más tarde de las ocho, los romanos, que son una cofradía aunque no posean imagen, abrían la comitiva procesional. Los 21 miembros de esta hermandad portaban la cruz en la que Cristo fue crucificado. Tras ellos, la banda de cornetas del municipio les seguía. Doce niños simulaban a los doce seguidores de Jesús e inmediatamente después iba la Samaritana. Cientos de vecinos esperaban en las calles más céntricas el paso de la imágenes. La cofradía de Santa Marta era acompañada por la banda musical de Santa Cecilia D'Ardor de Valencia y tras ella, Cristo Nazareno. No faltó a la procesión una joven que representaba a Verónica. La tercera de la bandas que participó en la procesión del Viernes Santo fue la banda municipal de música, que con Fervor como marcha procesional iniciaron el recorrido. La procesión fue cerrada con las cofradías de Cristo de la Oración, Cristo Yacente y la Dolorosa. N. S.

A