Más de medio millar de baleares ha hecho ya su testamento vital, cuando están a punto de cumplirse dos años de la creación de la Oficina de Información de Voluntades Anticipadas, organismo del registro autonómico que vela por las decisiones de los testamentarios aún cuando no estén en disposición de hacerlas valer.

En total, según datos aportados a Efe por la Dirección General de Evaluación y Acreditación de la Conselleria de Salud, la cifra de declaraciones de este tipo, realizadas, recogidas y legalizadas a día de hoy son ya 551, la mayoría de ellas se han registrado en Mallorca (436), seguida de Menorca (70) y Eivissa (40).

La cifra de testamentos vitales registrados en Balears se «ha disparado» en el último año, según ha explicado a Efe el director general de Evaluación y Acreditación, Joan Llobera, quien ha achacado este «espectacular aumento» de la demanda a la influencia de casos como el vivido en Italia con la joven Eluana Englaro.

«La gente que viene a hacer su testamento vital es porque ha vivido un caso cercano de un familiar o un conocido que ha sufrido innecesariamente por no poder decidir, casos como el de Italia disparan las peticiones, la gente se sensibiliza», asegura Llobera.

La mayoría de los testamentos que se han registrado en Balears se han realizado directamente en la propia oficina del registro, ubicada en Palma, (325), aunque también es frecuente que las personas opten por hacerla ante un notario, que luego la remite a la oficina (221).

En cinco casos incluso ha habido personas que han realizado su declaración en otra ciudad o en un país extranjero y posteriormente la han registrado en la comunidad balear.

La «inmensa mayoría» de los que optan por dejar un testamento vital, según ha comentado a Efe Llobera, «siempre marcan su disponibilidad a donar sus órganos» y determinan a quien nombran como su responsable legal, que será la persona que decidirá por el testamentario en caso de que éste tenga sus facultades mermadas bien por un coma, una demencia u otro tipo de enfermedad.

Asimismo, otro de los puntos que comúnmente fijan «muy claramente» los baleares que apuestan por hacer un testamento vital es que, en una situación de inconsciencia prolongada, un coma o una demencia, no se usen con ellos medios artificiales desproporcionados para prolongarles la vida.

Una declaración de este tipo es un testamento «tan válido como otro cualquiera» y el Registro de Voluntades Anticipadas de la comunidad autónoma está obligado, recuerda Llobera, a velar por su confidencialidad durante años, incluso después de que su autor halla fallecido. Este documento «siempre» está perfectamente actualizado y a disposición de todos los centros de salud y hospitales de la comunidad autónoma de forma inmediata, cuando así lo soliciten, ha aclarado el director general.

Por todo ello, advierte de que «no es un papel cualquiera el que se firma» y no se puede vanalizar: «hay gente que pregunta si se puede mandar por fax o rellenar por internet. Muchos aún no saben que esto es serio», señala.