La Conselleria d'Obres Públiques del Govern terminará las obras de los carriles cero de la rotonda de Blancadona en tres semanas. Se trata de dos carriles que tienen como objetivo favorecer la salida de la segunda ronda hacia Eivissa y hacia Sant Antoni, ya que los coches podrán seguir directamente sin tener que parar en la glorieta, donde se crean importantes atascos durante las horas punta.

Actualmente ya se ha creado la estructura de los carriles y lo único que queda por hacer es asfaltarlos, algo que se hará la próxima semana «si el tiempo lo permite».

Según explican desde la Conselleria d'Obres Públiques estos nuevos carriles son de cuatro metros de ancho y en la curva tienen hasta cinco metros «por el sobreancho».

Desde el Govern también aseguran que junto a estas obras se han mejorado los itinerarios peatonales tanto procedentes de Sant Antoni como los que vienen de Eivissa, «mejorando la seguridad» de los viandantes en una zona copada por los vehículos.

Las obras las realiza la constructora Matías Arrom Bibiloni (MAB), que también ejecutó los trabajos del segundo cinturón y de la autovía al aeropuerto. Ello provocó las críticas del grupo ecologista GEN, que no vieron bien que se adjudicasen los trabajos a la misma empresa que destruyó un yacimiento durante las obras del segundo cinturón.

Alegación del Consell

Estos viales de incorporación, que costarán 538.000 euros, salieron a concurso con meses de retraso porque no estaban incluidos en el modificado del proyecto de la carretera de Sant antoni, sino que fueron propuestos mediante una alegación del Consell. La tramitación y licitación de la obra se hizo por separado, lo que motivó el retraso, aunque desde la Conselleria siempre han mantenido que las obras de los dos viales no son complicadas.

Estas obras no han motivado más expropiaciones que las que se hicieron inicialmente con la construcción del segundo cinturón de ronda.

El ramal que se ha construido en dirección a Eivissa en la rotonda de sa Blancadona mide aproximadamente 235 metros y el que va en dirección a Sant Antoni tiene una longitud de 240 metros. También se ha levantado un muro de hormigón armado de contención para no invadir el recinto ferial y posibilitar el paso de peatones por esta zona.

Además, se han incorporado vallas quitamiedos con sistema de protección para motoristas. También se han construido 876 metros cuadrados de acera y se ha incorporado jardinería.

La intención, según el Govern, es «aumentar la capacidad de la carretera dando más fluidez al tránsito de vehículos y evitando las retenciones que se crean en los ramales de entrada a la rotonda».