Aunque todas las parroquias celebraron la festividad de la entrada de Jesucristo en Jerusalem, la procesión que transcurrió entre las iglesias de Sant Elm, en la Marina, y la de Santo Domingo, en Dalt Vila, tuvo una emoción adicional la del estreno de una nueva imagen del hijo de Dios a lomos de un borriquito de la hermandad del Santísimo Cristo del Cementerio, cuyos fieles portaron la nueva imagen a lo largo de uno de los recorridos más hermosos de la Isla, seguido por un buen grupo de fieles.