La segunda jornada de limpieza de la bahía de Sant Antoni culminó ayer con la retirada de un par de barcos pequeños hundidos más y numerosas cadenas y boyas ilegales. Hubo alrededor de 60 personas trabajando, entre ellos los miembros de Voluntarios sin Fronteras llegados de Mallorca y se extrajo mucho más material que el sábado, según relató el técnico de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sant Antoni, Diego Ponce.

La campaña también incluía el aviso a los propietarios de barcos que fondean ilegalmente en la bahía para que dejen de hacerlo. Ayer hubo más quejas que el sábado. «No a todos los propietarios les parece igual de bien y las fuerzas de seguridad han tenido que estar visibles», señaló Ponce, que recordó que se les da un plazo de un mes y medio para abandonar la bahía.

«Como hemos estado retirando boyas, ha habido gente que se ha acercado a protestar porque se la habíamos retirado; lo que les hemos dicho es que esas boyas ahí no podían estar», explicó el técnico del Consistorio, que aseguró que las fuerzas de seguridad han tenido que estar presentes «de forma disuasoria».

Protestas

Ponce recuerda que hace una semana se pasó una circular a todos los propietarios de embarcaciones y boyas. Los que se pusieron en contacto con ellos y se han comprometido a retirar los barcos para la limpieza no han visto como se les llevaban las boyas.

«Esperábamos que hubiera follón con los propietarios de los barcos, pero hay que aplicar la normativa», recuerda el técnico, que indicó que esta campaña la llevan a cabo conjuntamente entre el Ayuntamiento de Sant Antoni, Costas y Ports de Balears.

Los encargados de notificar a los propietarios de los barcos la obligación de abandonar la bahía son el personal de la demarcación de Costas y del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil.

El problema en tres casos es que los barcos se utilizan como vivienda.

La idea de las administraciones es crear un sistema de boyas ecológicas en el interior de la bahía de Sant Antoni para no dañar la poca pradera de posidonia que queda y preservar la calidad de las aguas.

El Ayuntamiento también tiene localizadas en el fondo de la bahía varias embarcaciones de entre 10 y 15 metros de eslora abandonadas. La retirada de este material deberá hacerse por parte de personal y maquinaria especializada, porque de lo contrario podría resultar «peligroso».

La jornada de ayer terminó con una torrada para todos los voluntarios en el merendero de sa Talaia.

El propietario de una pequeña barquita que estaba fondeada en la bahía de Sant Antoni denunció ayer que durante la campaña de limpieza le cortaron el candado con el que tenía amarrada su barca y ahora ésta ha desaparecido. Jaume Ferrer explicó que la chalupa era nueva y sólo tenía cuatro meses. Además, aseguró que no estaba hundida, sino que sólo tenía agua dentro. Por eso no entiende por qué le han cortado el candado. Los responsables de Costas y del Ayuntamiento le han dicho que todo el material recogido se lleva a vertedero.

«Las únicas razones que me han dado es que había fondeado ilegalmente», explicó este propietario, que indicó que un voluntario le reconoció que habían cortado el candado.

El dueño de la embarcación la reconoció en una fotografía que publicó ayer este periódico y por eso acudió al puerto para ver qué había pasado con ella. «Me he enfadado mucho porque me están robando y si la barca no está en el vertedero y no la puedo recuperar lo denunciaré ante la Guardia Civil», expresó Ferrer, que no ocultó su indignación porque en la bahía todavía quedan barcos fondeados ilegalmente y porque «en muchas playas se fondea así». Además, explicó que él se interesó en Ports por un amarre pero no consiguió ninguno.

El enfado de este propietario provocó una situación muy tensa, en la que la policía incluso le recomendó que se calmara porque de lo contrario le iban a detener.