La consellera d'Educació, Bàrbara Galmés, dijo ayer que con el cambio del mapa escolar de Eivissa se ha tratado de «garantizar que los hermanos puedan ir al mismo centro; se ha tratado de reconducir los problemas del año pasado». La delegada territorial, Margalida Marí, explicó que con la anterior zonificación «había un problema de escolarización de un número considerable de hermanos en algunos centros educativos» y, con este cambio, se trata de que «se asegure que los hermanos puedan estudiar todos en el mismo centro y con esta intención se han puesto estas medidas».

La delegada remarcó que antes del cambio de zonificación ha habido un proceso de consulta a todos los niveles: municipal, comisión de escolarización y consell escolar insular. «Han intervenido todos los agentes educativos y han visto la conveniencia y mejora que supone el cambio de zona», explicó.

Sin embargo, este cambio de la zona escolar ha generado preocupación entre los padres de alumnos del colegio S'Olivera ya que un grupo de niños del municipio de Eivissa se escolarizó de oficio en este colegio de Santa Eulària hace un par de años y ahora son sus hermanos los que tienen que entrar en el colegio. Los padres temen que el cambio de zona, de Vila a Santa Eulària, les deje en inferioridad de condiciones. La delegada comprende la preocupación de los padres pero mantiene que no les perjudicará: «Hay un poco de reticencia al cambio pero se ha hecho para favorecer a ese alumnado en el que el criterio de puntuación de hermanos sea definitivo y no el de residencia». Aseguró que «el criterio de puntuación por hermanos será lo que decidirá». Sin embargo, no será hasta que finalice el proceso de admisión de alumnos cuando se verá si esos niños tienen plaza. «En ningún caso garantizamos la plaza en ningún centro. Hay un proceso y hay que seguirlos todos pero sí que buscamos la manera de favorecer que los hermanos estén juntos», dijo. Educació tiene previsto escolarizar a 1.200 niños de tres años de la isla en este proceso de admisión de alumnos.