La consellera d'Educació, Bàrbara Galmés, inauguró ayer la jornada de sistemas de gestión de calidad del entorno educativo que impulsa la Conselleria d'Educació y que se celebra en el salón de actos de la sede de la Universitat de les Illes Balears. Galmés recordó en su intervención su experiencia como directora de instituto cuando acudió en 2003 a un curso de formación de calidad: «Primero tuve escepticismo y rechazo pero poco a poco fui cambiando de opinión» dijo. Aseguró que el objetivo fundamental del trabajo de calidad es «vincularlo a los resultados académicos de los alumnos». La consellera animó a los profesores asistentes a implantar un suistema de calidad: «Sé que cuesta implantar el sistema pero a medida que avanza se ve su utilidad y eficacia», dijo.

Eivissa cuenta en la actualidad con dos institutos, Sa Colomina y Blanca Dona, que tienen la certificación de calidad ISO y un tercero, el Quartó de Portmany, en fase de tramitación, que acaba de pasar la auditoría externa. El director de Planificació i Centres, Miquel Martorell, confía en que «se pueda certificar antes de finalizar el curso».

Dentro del programa de las jornadas figura la experiencia práctica que desarrolla el instituto Quartó y que ayer expusieron la directora, Carme Guasch, y el coordinador de calidad, Antoni García. «Ponemos muy claro todas las cosas que hacemos en el centro, tanto educativa como gestión administrativa, para que cualquier persona ajena sepa todo lo que se hace en el centro, desde la acogida a cómo pedir una sala de proyección o la presentación de las asignaturas», explicó García. De hecho, antes se hacía este trabajo «pero no estaba estructurado, porque esto genera un sistema de gestión global del centro». Uno de los objetivos de las aplicación de este sistema de calidad es la mejora del rendimiento académico de los alumnos y para conseguirlo han aumentado las evaluaciones, cinco por curso. «En lugar de esperar a tener resultados malos, a mitad de trimestre vemos cómo van y actuamos».