El sector balear de las empresas dedicadas a la compra-venta de vehículos de primera y segunda mano habrá despedido a finales de este año a un 30 por ciento de sus plantillas, unos 600 empleados, a causa del descenso de actividad, que ya alcanza al 50 por ciento respecto a la que se registraba a finales de 2007, un tendencia que se mantiene por el momento en caída libre.

La Asociación de Empresarios de Automoción de Balears (Aseda), una patronal que agrupa a 40 firmas con unos 2.000 trabajadores, 200 de los cuales perdieron su puesto desde enero de 2008 hasta ahora, estima que esta cifra se habrá duplicado en el mes de junio y triplicado en diciembre. Esas reducciones siguen la dinámica de jubilaciones anticipadas y congelación de las contrataciones iniciada el año pasado por un sector que se ha visto obligado a «cambiar de mentalidad».