Xavier Benlloch Herrando, director del Eivissa International Film Festival (Barcelona, 1960). Catalán de nacimiento, pero se ha criado en Eivissa. Empezó en el mundo de la publicidad, ha trabajado en tareas de producción, animación y efectos especiales en películas como «Hellraiser» y «Minority Report». Ha desarrollado parte de su carrera cinematográfica en Los Àngeles. Está al frente del Eivissa International Film Festival, que cumple este año su tercera edición.

-¿No es una temeridad organizar un festival de cine?

-Casi siempre es una temeridad, pero, obviamente, en este momento es un poco más complicado. A mí me gustan los desafíos.

-Se ha quejado públicamente de las subvenciones. ¿No se portan bien los políticos?

-No es que no se porten bien, pero no son conscientes del alcance de un festival y no se vuelcan lo suficiente. Jugamos con mucha desventaja porque otros festivales cuentan con grandes apoyos. Sólo el 5 o el 10% de nuestro presupuesto es apoyado por los políticos y eso es anómalo.

-¿Otros festivales, como el de San Sebastián?

-Hasta el de Sitges, cualquier festival de España tiene más apoyo institucional. Estamos a años luz. De hecho, tenemos una publicidad similar a la del festival de Valladolid, pero nuestro presupuesto ronda el 30% de ese festival y de apoyo institucional, un tres o cuatro por ciento.

-¿Qué festival prefiere emular?, ¿el de Cannes o el de San Sebastián?

-A ninguno de los dos. El festival de Sundance es un buen referente de cine independiente. Los festivales muy grandes no son excesivamente útiles para la industria, sobre todo para los nuevos realizadores.

-¿No aspira demasiado teniendo a Sundance como referente?

-No, es un festival que encaja más con nosotros. Es más alternativo y con calidad.

-Este año homenajean a Terry Gilliam y en las otras ediciones fue a John Hurt y a Alan Parker. ¿Son caprichosas las estrellas?

-No, la verdad es que son un encanto, nos apoyan siempre que pueden y son muy accesibles.

-¿Qué opina del cine español?

-Creo que está en un momento excelente desde el punto de vista internacional, pero no somos muy conscientes. La propia industria no está a la altura de sus posibilidades. Tiene muchos vicios internos que hacen que no se aproveche este momento dorado, como los que tuvieron italianos y franceses.

-¿Invitaría a Pedro Almodovar a su festival de cine?

-¡Claro que sí! Hemos tenido algunos contactos, pero es una persona con muchas ocupaciones. Cuanto más importante es la figura, más difícil que tenga un hueco en su agenda, pero todo se andará.

-¿Cuál es su película preferida?

-Muchas. Me encanta desde Billy Wilder al cine mudo. Es difícil escoger.