Vila edita 500 guías para ayudar a los niños a enfrentarse a las drogas

Esta guía está dedicada a los padres de alumnos de primaria del municipio de edades comprendidas entre los 8 y 12 años, preferiblemente sexto de primaria antes de pasar al instituto. «Pensamos esta edad porque es el momento más adecuado para abordarlo a parte de que son niños que no han tenido contacto con las drogas y antes de que se haga el paso del instituto ya que es una época de mucho cambio. Es un instrumento para los padres y madres y está diseñada para acercarse a sus hijos en ese periodo», dijo ayer la concejala de Educación, Irantzu Fernández. La edad de inicio de contacto con las drogas, según las últimas encuestas, es de unos 12 años. La información de la guía, una adaptación de una que se utiliza en Andorra, se basa en técnicas de comunicación que pueden reforzar las relaciones de los padres con los hijos por lo que destacó que puede servir no sólo para la drogas «sino comunicarse en otros aspectos de la vida»Â·

La FAPA se encargará de repartir esta guía y de informar a las asociaciones de padres de que «es muy interesante; pensamos que puede estar lejos del consumo de drogas a esas edades pero siempre conviene estar preparados porque no sabes lo que puede venir», explicó Toni Pomar.

Iván Castro, del Plan Municipal de Drogas, hizo hincapié en destacar que «los padres tengan mucho conocimiento de las sustancias; es preferible que le explique un padre qué es el alcohol , el tabaco o un porro a que lo haga un chaval de su edad». Ayudar a los chicos a trabajar en valores y con decisiones firmes, la presión del grupo que pueden tener al pasar a secundaria,fomentar actividades de tiempo y aprender a tomar decisiones son algunos de los aspectos que aborda la guía. A través de este recurso se trata de acercar la información a los padres ya que «la participación de los padres en las escuelas de padres no es muy alta».

Iván Castro destacó ayer que entre las iniciativas a desarrollar dentro del Plan Municipal de Drogas figura la elaboración de un estudio general de la influencia de los programas en los chavales. «Trabajamos cuatro años con el programa Olimpo y han pasado cerca de 8.000 niños; queremos hacer grupos de control en los instututos para saber si los chavales que han trabajado en estos programa tienen más habilidades ante las drogas frente a otros que no han participado», dijo. Castro espera que en un año se disponga de las conclusiones que determinarán la realidad del municipio de Eivissa.