Es una opción excepcional y estoy muy contenta. Durante el invierno hace mucho frío y no hay ningún lugar donde llevar a los niños. Además, las instalaciones son estupendas», explicó Mari Luz, madre de Izan, uno de los niños que acude cada miércoles al espai familiar de Sant Antoni. Según asegura su madre, desde que acude a las dos horas que dura esta iniciativa «está aprendiendo mucho». «Desde que venimos aquí si se ensucia las manos va enseguida a lavárselas y si ve en casa un cojín se tumba y dice que va a descansar como hace aquí». La mayoría de los padres coinciden en afirmar que es un buen lugar para que los niños aprendan a relacionarse. Además, apuntan que estaría muy bien que pudiera hacerse más días.

Esta propuesta que se desarrolla una vez a la semana en la escoleta de ses Païsses nació en noviembre del año pasado y tras casi cinco meses de experiencia los padres y las madres que disfrutan de este servicio municipal están «realmente contentos». Son 14 las familias apuntada y 12 las que acuden con mayor regularidad. Desde las 17,00 hasta las 19,00 horas los niños junto a sus padres realizan juegos al mismo tiempo que aprende distintos hábitos. Los adultos, además, intercambian experiencias sobre el crecimientos y la educación de sus hijos.

Ayer los pequeños disfrutaron de un rato de juegos en el parque al aire libre y tras el rato dedicado al ocio llegó el turno de la merienda. Algunos de los pequeños no querían dejar de jugar con los cochecitos y no entendía que en ese instante llegará el momento de comer. Una vez con la fruta y un trozo de bizcocho en la mano, ya se había olvidado de su juguete favorito.