El Parlament balear aprobó ayer por unanimidad la necesidad de instar al Gobierno central a abrir una Oficina delegada de Extranjería en Eivissa en un plazo de tiempo lo más breve posible, así como a aumentar los recursos personales y económicos de la delegación pitiusa para atender a los inmigrantes mientras se tramita la apertura.

Durante el pleno, la socialista María Torres, una de las encargadas de defender esta Proposición No de Ley presentada conjuntamente entre el Grupo Mixto y el PSOE, subrayó que el 20,8 por ciento de la población de las islas no tiene nacionalidad español (según datos del último padrón municipal), cifra que asciende al 24,76 por ciento en el caso de las Pitiüses. Asimismo, apuntó que desde el año 2002 al 2007 el número de extranjeros creció en Eivissa y Formentera un 62,1%.

Asimismo, la socialista hizo hincapié en las dificultades que poseen estas personas a la hora de hacer frente a ciertas «incongruencias» puesto que la Administración les exige ciertos trámites pero no le facilitan su realización. Además, ejemplificó que la oficina de Palma, pese a la crisis, ha aumentado en un 2,3 por ciento las tramitaciones realizadas por permisos de trabajo.

Por su parte, el portavoz del Bloc en la Cámara, Biel Barceló, remarcó que quien tiene competencias en este sentido es el Gobierno central y, por tanto, le corresponde a éste «dar respuestas» en la materia. Mientras, el PP incidió en la necesidad de que el servicio prestado se adecue a la demanda existente.

La PNL también recoge que la dependencia de las Pitiusas en materia de inmigración respecto a la oficina de la capital balear ha retrasado en muchas ocasiones la tramitación de los documentos.

La sesión plenaria contó con la presencia de diferentes miembros de la Plataforma por la Convivencia, que llevan tiempo reclamando la creación de esta oficina.