Las círvies se han adueñado de la superficie del pecio, poco colonizada todavía, para lanzarse a ella y desparasitarse.

En la última inmersión que realizamos había un banco de unas 30 o 40 círvies rodeaban al 'Don Pedro'. Está exultante de vida, colonizado de esponjas y con muchas otras especies. Se está convirtiendo en un arrecife natural que va a enriquecer muchísimo la vida marina en la isla» Así de rotunda se mostró Marta Cortés, una profesional del buceo de la isla, muy aficionada a visitar el pecio hundido. Marta Cortés explicó, además, lo impresionante que fue ver como las círvias, «tan cerca nuestra, utilizaban el pecio del 'Don Pedro' para desparasitarse». Los peces grandes necesitan quitarse los parásitos, estaciones de limpieza, para ello «como el pecio es nuevo y todavía hay poca vida pequeña, las círvias iban a toda velocidad hacia el pecio y cuando llegaban se tiraban en plancha, como los osos que se rascan en los troncos de los árboles y así se rascan los parásitos que puedan tener».

Marta Cortés forma parte de una pequeña asociación de profesionales del buceo deportivo (www.divinginibiza.com) que opina que el pecio está favoreciendo que pequeñas y grandes especies se acerquen a él para colonizarlo. Y muestra de ello, dicen, es que al haber bajado unas 30 o 40 veces desde que se hundió el buque ellos mismos han podido comprobar cómo la superficie del barco se ha ido poblando de flora y fauna marina.

Cortés asegura tener amigos en el negocio del buceo en Sant Antoni o Santa Eulària que coinciden en que el 'Don Pedro', siendo uno de los pecios hundidos en el Mediterráneo más grandes y fáciles de bucear, debería de ser un reclamo turístico, «que la gente viniera a Eivissa a ver la hélice del barco, un gran atractivo para los buceadores». Y añadió que «lo ideal sería que lo explotaran las empresas y centros de buceo de la isla que llevan tiempo aquí trabajando, que no tuvieran que venir de fuera».

Y añadió que «en lugares como Inglaterra, los buceadores soportan unas temperaturas de 4ºC, mientras que aquí en Eivissa ahora que el agua está fría, a lo mejor estamos hablando de 12ºC. Esto es el paraíso de cualquier buceador, y encima un pecio así es un reclamo de primer orden».

Para Marta Cortés, «Eivissa tiene unos fondos marinos lo suficientemente importantes en cuanto a belleza, claridad y temperatura como para que un buceador viniera atraído por descubrirlos».

Carmen Cires