Un momento de la jornada de abrazos desarrollada ayer en el centro de Eivissa. Foto: NATALIA SALAZAR

Recibir un abrazo firme y pausado de un desconocido puede poner tenso en un primer momento al que lo recibe. Pero ayer por la tarde la mayoría de la gente que fue abrazada en Vara de Rey siguió su camino con una gran sonrisa. Eran estrujones regalados y, por tanto, gratuitos por ser el día de San Valentín. «Feliz día», decía Emanuel con los brazos abiertos dirigiéndose a un vecino. Él, junto a otros nueve compañeros de la asociación cultural Inspiral Ibiza, repartía amor y sonrisas, regalos en forma de abrazo. Las reacciones fueron tan variadas que los propios impulsores de la iniciativa se sorprendían. «Sólo un par de personas han rechazado el abrazo y las demás, en cambio, han recibido varios y lo han agradecido muchísimo», explicaba Cristina. Además, surgían de manera espontánea los abrazos multitudinarios en los que se llegaron a sumar más de diez personas. «Es contagioso. En un principio se quedan un poco cortados pero luego se van estrechando a todos nosotros», explicaba un miembro de la agrupación.

Adolescentes, mayores, niños, parejas, en coche o a pie y de cualquier nacionalidad; todos los que pasaron por Vara de Rey recibieron estas muestras de amor desinteresado. Muchos se emocionaron con la iniciativa y la mayoría de los que participaron aseguraron que «es muy necesario dar cariño así y que se debería hacer más a menudo». Desde la asociación pretenden darle continuidad en el tiempo, tal vez una tarde al mes. «A mí me han dejado sin palabras. Lo que han hecho es superior y hace mucha falta», comentó Pablo, un joven que pasó de ser abrazado a protagonizar un abrazo en grupo, y según avanzó la tarde a estrujar entre sus brazos a varios viandantes. «Es algo terapéutico y sanador», comentaba un vecino al ver las reacciones. «La idea surgió viendo un vídeo de unos compañeros de la asociación que lo hicieron en Eivissa hace como tres años. Pensamos entonces que era la mejor manera de celebrar este día», explicó Emanuel, de Inspiral. Una jornada en la que el amor sin intereses fue el verdadero protagonista.