Proceso. La basura va pasando por trómels, separadores metálicos, de plásticos y cabinas de separación manual para recuperar materiales aprovechables. La materia orgánica se conduce a la instalación de compostaje y pasa por túneles de fermentación.

El Consell comenzará a construir este mismo año la planta de selección del vertedero, una instalación que ocupará tres hectáreas y que permitirá reciclar el 43 por ciento de la basura que se genera en la isla. Costará 33 millones de euros y tendrá capacidad para tratar las 97.000 toneladas de residuos urbanos que llegan en masa al vertedero de Ca na Putxa. También recibirá 21.000 toneladas de materia orgánica que se recogerán a través de un nuevo contenedor, 1.300 toneladas de envases, 10.000 toneladas de residuos voluminosos y 26.000 toneladas de lodos de depuradora.

Todo ello entrará en un circuito del que saldrá compostaje de tipo A (de más calidad y que se fabricará a través de los lodos de depuradora, los restos de poda y la materia orgánica recogida en contenedor) y el de tipo B, que es de menor calidad y es el que se extrae de las bolsas de basura de los ciudadanos que no separan la materia orgánica. También se seleccionarán plásticos y material férrico a través de sensores ópticos y magnéticos que luego serán enviados a la planta de transferencia para su reaprovechamiento. Asimismo, hay una zona donde van a parar los residuos voluminosos y los materiales como metales y baterías.

De esta forma, los residuos que llegarán al vertedero serán muchos menos que los actuales, ya que un 43% se reaprovechará (materia orgánica, metales, plásticos, papel cartón, etc.). El 57% restante sí que se tendrá que depositar en el vertedero. Esto permitirá aumentar la vida útil de Ca na Putxa, que se sitúa alrededor de los 20 años.

La construcción la llevará a cabo la Unión Temporal de Empresas (UTE) Giref, que es la que se encarga de gestionar el vertedero y que cuenta con la explotación durante 25 años. Las obras durarán dos años y comenzarán en 2009. Difícilmente podrán estar listas para antes de las elecciones, aunque estarán prácticamente terminadas.

Educación ambiental

Las instalaciones se completarán con un centro de interpretación ambiental de 350 m2 de superficie, consistente en un espacio diáfano con paneles móviles donde poder configurar salas de exposición, entre las que destaca una sala multimedia. Este centro, junto con una pasarela de visitas que recorrerá la nave de selección, servirán para labores de educación ambiental.

El conseller de Mobilitat, Albert Prats, explicó que están trabajando para poder subvencionar al máximo esta obra a través de la Unión Europea, aunque el 20% del coste lo aportará el Consell.

Mañana el pleno de la institución aprobará el proyecto inicial de la planta, que podrá comenzar a construirse a mediados de año. «Hemos dado continuidad a la política de la legislatura pasada porque de lo contrario lo hubiéramos retrasado todo, además de que pensamos que las decisiones que se tomaron son correctas», añadió Prats, que señaló que cuando esté en funcionamiento la planta de selección se pondrá en las calles el nuevo contenedor de materia orgánica. Además, los envases (contenedor amarillo) se trasladarán también a la planta para separar más el material. En las instalaciones también habrá una depuradora que recogerá lixiviados y aguas pluviales para evitar todo tipo de contaminación.

La planta de selección está prevista dentro del Plan Sectorial de Residuos Urbanos (PDSGRUEF), en el que también se contempla el adecentamiento del vertedero. Ahora ya se ha procedido a la impermeabilización total y, según el conseller, se han construido también unas rasas perimetrales para que las aguas pluviales no se mezclen con los lixiviados, que van a parar a una balsa. La celda número 1 está a punto de ser clausurada y cuando esto ocurra se tendrá que reforestar.