El Ayuntamiento de Eivissa se ha puesto en marcha para buscar soluciones alternativas al aparcamiento de es Pratet, ante la imposibilidad de negociar y llegar a un acuerdo con los propietarios para que reabran sus terrenos mientras no puedan urbanizar. Por ello el Consistorio quiere sumar más opciones a los parkings de Gesa y Can Bernat (junto a Maderas Ibiza) y lo quiere hacer antes de la llegada de la temporada.

Según el concejal de Mobilitat, Joan Rubio, se trata de contar «aparcamientos alternativos aunque sean temporales de cara al verano», a lo que sumará la adecuación de los pasos peatonales de Gesa y Can Bernat, el primero mediante un proyecto de peatonalización presentado al Gobierno y el segundo, a través de la creación de un acceso más cómodo que no implique tener que pasar por el paso elevado. Ambos implican un proceso progresivo de ralentización del tráfico del primer cinturón de ronda mediante señales y semáforos para que los peatones pueda cruzar con seguridad hasta que esta vía rápida es transforme en urbana, una propuesta que aún está en una primera fase.

En este sentido, el proyecto que permitirá modificar el primer cinturón de ronda «se redactará este año», según indicó Albert Prats, a la vez que se buscará la financiación necesaria de lo que se entiende como «una obra cara».

Por otra parte, desde el Consistorio señalan que con las soluciones alternativas de ambos aparcamientos situados en el primer cinturón se ganan 250 plazas más que en es Pratet, ya que, según las cuentas realizadas por los técnicos de Vila, en es Pratet había 450 plazas mientras que entre Gesa y Can Bernat alcanzan las 700.

Desde el Ayuntamiento de Eivissa también quisieron aclarar el motivo del conflicto con los propietarios de los disuasorios de es Pratet y, en este sentido, informar que éstos no pierden edificabilidad con el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). «En el plan general nuevo, comparado con el antiguo, la edificabilidad que se les da no es menor, de hecho es superior " explicó una fuente municipal que indicó también que los propietarios «quieren recibir autorización ya en base a ese plan con un proyecto que tienen redactado». «Y el ayuntamiento dice que no, que tendrán que esperar al plan nuevo y presentar un proyecto de autorización conforme al nuevo PGOU». Desde el Consistorio recuerdan también que el cierre de los aparcamientos es «una medida de presión porque los propietarios quieren que se aplique el plan urbanístico de 1987 y con su proyecto ya redactado», dado que realizar ahora la tramitación de nuevo les llevaría mucho más tiempo comenzar a construir en sus terrenos.