La alegría de comenzar el año nuevo estuvo presente en todos los rincones de las Pitiüses. Foto: MARCO TORRES

L

La Nochevieja o la fiesta de Año nuevo se ha convertido en una cita casi ineludible y fueron miles de personas las que pasaron las primeras horas de 2009 bailando y divirtiéndose. «¡Feliz Año Nuevo!» era la frase más repetida de la noche, y lo será, seguramente, de los próximos días. En cada esquina se escuchaba una y otra vez las clásicas felicitaciones, en sus múltiples versiones, por estar ya en el nuevo año.

En cada municipio de la isla se organizaron diversas fiestas municipales para poder celebrarlo por todo lo alto. En Vila la fiesta comenzaba poco después de las 23,00 horas en el paseo de Vara de Rey donde el Ayuntamiento habilitó la carpa. Allí, con cava y con el imprescindible cotillón, se celebraron las campanadas. Iván Domenech, artista ibicenco, fue el encargado de ponerle música a la noche más especial del año. En Santa Eulària la música corrió a cargo de la orquesta Sa Talaia y en el caso de Sant Antoni la banda encargada de hacer mover el esqueleto al público fue Anaconda. Sant Josep, por su parte, organizó una velada dedicada al rock, ya que actuaron las bandas ibicencas Sa Bluesmafia & es Saligardos y Can Raia Rocks Band, sin duda una opción diferente para festejar el final del año y el comienzo de uno nuevo. Baile y diversión fueron la notas predominantes en una noche que estuvo reinada por los dioses Àbaco y Dionisio, sin que esto trajera como mayor consecuencia la tremenda resaca, convertida en tradición.

A la costumbre de comer doce uvas cuando empieza el año nuevo se le suele sumar otra, la de pedir deseos de lo más variado. Lo cierto es que hoy nadie se acuerda de si los deseos que pidió cuando nacía 2008 se cumplieron o no. Para Roberto y Laura, lo más importante es «la felicidad y la salud» y en ese orden, pero según ellos otro de los deseos es «es que nos toque la lotería», añadió la pareja. Aún tienen una opción el día seis de enero. Natalia Salazar

A los deseos universales de paz, amor y que no haya hambre en el mundo se le suman aquellos más personales como salud, dinero y amor, aunque no siempre se piden en ese orden. Dejado atrás el 2008, el año en el que estalló la crisis financiera, muchas de las peticiones para éste 2009 se centran sobre todo en el trabajo y por extensión, en el dinero. Aunque, la mayoría de los ciudadanos coinciden en que «la salud es lo más importante».

Con la resaca del día 1 de enero, además de dolores de cabeza surgen también los clásicos propósitos. Los más comunes están relacionados con el ejercicio físico y el objetivo para muchos es apuntarse al gimnasio, ya se sabe que ocurre después de los excesos navideños. Otro de los retos para 2009 son los idiomas, seguro que durante estos días aumentan las matriculaciones en este tipo de escuelas, pero ya se verá a mitad de año si se cumplieron o no.