El Ayuntamiento de Sant Josep paralizó casi sesenta obras en construcción entre octubre de 2007 y octubre de 2008, en su mayoría porque carecían de licencia de construcción o bien porque incumplían el proyecto de edificación autorizado por el Consistorio.

Según explicó el concejal de Urbanismo, Josep Antoni Prats, dentro de este importante número de paralizaciones «hay casos diversos» que van desde las infracciones más leves y legalizables, -«lo que significa que las obras se detienen hasta la tramitación del proyecto»-, a edificaciones irregulares que dieron como resultado el inicio de expedientes de infracción urbanística. Sin embargo, de todas las obras ilegales detectadas este año, ninguna haya llegado aún a la fase final que implica establecer una sanción.

En este sentido, Prats explicó que el precio de las multas puede suponer el 100% del valor de la obra que se haya edificado de forma ilegal e incluso alcanzar el 200% si se encuentra en una zona protegida por ley o en zona verde. Por ello, el edil destacó que este porcentaje «es variable y depende mucho de las circunstancias» porque, por ejemplo, si se trata de una obra legalizable la sanción sería mucho menor y podría suponer el 5% del valor de la edificación irregular.

La mayoría de las obras paralizadas en Sant Josep se encontraban en suelo urbano aunque, según Prats, también se han detectado construcciones sin licencia en suelo rústico. Otro de los casos que detectados en el municipio son edificaciones con licencia de obra menor que sin ningún tipo de permiso municipal se han transformado en obra mayor.

Las obras ilegales se suelen detectar bien por denuncias de vecinos y de grupos ecologistas o bien por inspecciones llevadas a cabo desde la concejalía de Urbanismo.