El Ayuntamiento de Vila ha informado a los responsables de la Dirección General de Policía (DGP) de que la licencia de obra parcial que solicitó el pasado 17 de noviembre para iniciar la construcción de la nueva Comisaría de Eivissa anunciada en 2005 no se ajusta al PGOU vigente porque no va unida al proyecto general, explicó ayer el concejal de Urbanismo del municipio, Vicent Torres. Para poder iniciar las obras la DGP debería presentar por tanto una licencia de obra ajustada al actual PGOU y no al nuevo, que se espera que finalmente se pueda aprobar a lo largo de 2009, dijo Torres.
Por su parte, desde la DGP aseguran que presentaron la solicitud de licencia de obra parcial porque desde el propio Ayuntamiento se les dijo en junio pasado que ésta sería una manera de iniciar la construcción sin esperar a la aprobación del nuevo PGOU. El 15 de junio, la alcaldesa, Lurdes Costa, anunció que se había alcanzado un acuerdo con el Ministerio del Interior para otorgar la concesión de licencias parciales, lo que permitirá, dijo, que las obras de la nueva Comisaría comenzaran cuanto antes a pesar de que todavía no se ha aprobado el PGOU, que contempla la inclusión de este proyecto, y así lo hizo la DGP.
Un fallo de comunicación
«Fue un error de comunicación, no se entendieron los técnicos en lo que era la licencia parcial. Se les pide que amplíen un poco el proyecto o lo liguen a una parte, es una norma del plan del 87 [el PGOU vigente] y nosotros no podemos adaptar un proyecto a un planeamiento», apuntó ayer Torres. Tras el rechazo del Ayuntamiento de la licencia parcial, la DGP tiene dos opciones: modificar el proyecto de construcción de la Comisaría, que se ajusta al futuro PGOU pero no al vigente, o esperar a que éste último plan se apruebe, algo para lo que el Ayuntamiento no puede poner fecha, pues falta su exposición pública, una nueva aprobación en pleno municipal y la ratificación del Consell d'Eivissa. Desde la DGP dicen que no pueden modificar el plan de obra porque para ello habría que, de nuevo, sacar el proyecto a concurso, lo que, a su juicio, resultaría lento y caro. Teniendo en cuenta que la obra tiene un plazo de ejecución de 24 meses y que no se sabe cuándo podrá aprobar el Consistorio su nuevo PGOU, faltan unos tres años para que Eivissa cuente con una nueva Comisaría, y en esta estimación están de acuerdo tanto el Ayuntamiento como la DGP.
Por este motivo y porque según la DGP el estado en que se encuentran las instalaciones es «muy deprimente», la policía está buscando una ubicación temporal para la Comisaría mientras llega el año 2011 o 2012, cuando posiblemente ya esté acabada la obra, una obra que en 2005 el entonces director insular, José Manuel Bar, anunció como inminente y que desde entonces, año a año, el Ministerio del Interior ha ido presupuestando sin que por el momento se haya podido ejecutar a causa del PGOU.
Según la DGT, la posibilidad de trasladar la Comisaría de forma temporal al viejo cuartel de sa Coma es inviable porque éste se encuentra fuera del municipio y quedaría muy lejos para realizar trámites como denuncias, DNI o las funciones de oficina de extranjería. El edificio CETIS sería otra opción. El concejal de Urbanismo, Vicente Torres, dijo ayer que se estudiarán todas las opciones y que el Ayuntamiento ofrece toda la colaboración posible a la DGP para buscar una ubicación temporal mientras se aprueba el nuevo PGOU y, de esta forma, se pueda ejecutar el proyecto. Para la DGP otra opción (aunque más cara porque habría que hacer hasta los baños) sería adecuar la parte trasera del actual edificio, que no se usa.
La empresa que ha realizado el proyecto de la nueva Comisaría de Eivissa lo redactó con base en el futuro PGOU porque, según la DGP, así se les recomendó desde el Ayuntamiento de Vila. Este proyecto de PGOU quedó estancado en el Consell d'Eivissa en 2006 al considerar entonces el gobierno insular que existían dudas sobre la viabilidad del proyecto Eivissa Centre, que ha enfrentado a progresistas y populares. Con el PGOU también se fue al cajón el proyecto de nueva Comisaría, ya que la obra contempla una altura superior en un metro y medio a lo que permite el PGOU aún vigente. Éste metro y medio de más es lo que obliga al Ayuntamiento de Vila a no permitir la obra hasta que no se apruebe el futuro planeamiento, que anteayer comenzó su periodo de exposición, que es de 30 días.
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