El Ayuntamiento de Sant Antoni reduce en su avance del nuevo planeamiento general la edificabilidad de la zona de ses Variades, un solar que los vecinos reclamaban como parque, pero sobre el que había firmado un convenio con la promotora Realia para construir más de 400 viviendas. Ahora el Consistorio limita la zona urbana de esta área al perímetro de solar, es decir, todo el espacio que colinda con las calles Vara de Rey y Cervantes. El centro quedaría como zona verde. De todas formas, esto es sólo un avance y no se marca ni la edificabilidad, ni los metros que van destinados a zona verde.
Según detalló la concejala de Urbanisme de Sant Antoni, Josefa Costa, de esta forma se han adaptado a la Norma Cautelar del Consell, en la que se transforma ses Variades de nuevo en suelo rústico en aplicación de la ley de medidas urgentes que aprobó previamente el Govern balear. «Incluso el Consell ha dicho en alguna ocasión que hay una zona ya consolidadada en la que se puede construir», explicó Costa, que aseguró que sólo marcan como urbano lo que ya lo es «de facto», es decir, todo aquello que cuenta con aceras, iluminación y servicios.
El convenio con Realia estipulaba que el 50 por ciento del solar sería zona verde, aunque ahora el porcentaje libre de edificación subirá. Ahora se tendrá que negociar con los propietarios otra cesión distinta a la anterior, aunque desde el equipo de gobierno temen que si no se llega a un acuerdo habrá que expropiar para poder hacer un parque.
Pese a que el Ayuntamiento ha mantenido contactos previos con el Consell a nivel técnico para delimitar este suelo no ha habido ningún encuentro político, aunque la concejala confía en que lo que ha hecho el Consistorio está bien y que será aprobado por la máxima institución insular. De todas formas, para evitar problemas futuros, solicitarán un informe al Consell sobre el nuevo planeamiento urbanístico porque «queremos caminar sobre seguro».
Cuando se exponga el avance al público, lo más probable es que la promotora haga sugerencias para poder urbanizar más. Por ahora, el Consistorio tampoco sabe si Realia reclamará una indemnización por no cumplir el convenio. «Esto se tendrá que estudiar por los servicios jurídicos pero hay una normativa sobrevenida», añadió la regidora, que insistió en que sólo quieren cumplir «técnicamente» con lo que marca la ley, sin preocuparse tampoco por el auto del juez en el que se estipula que el alcalde José Sala puede ser imputado de nuevos delitos si mantiene el convenio urbanístico.
La zona verde de ses Variades no es la única que se incluye en el avance del nuevo planeamiento. También se incluye una gran zona verde en sa Talaia que abarcará 200.000 metros cuadrados y que va desde la calle Sebastian Bach hasta casi Cala Gració. «No sólo la cima, también todo el suelo rústico se convierte en sistema de espacio público con suelo rústico», indicó la regidora, que aseguró que el avance del planeamiento que se aprobará hoy en pleno es «muy sostenible». «No agotamos las posibilidades de crecimiento; crecemos lo que hay que crecer y no más, porque nos centraremos más en acabar y completar las infraestructuras de todas las zonas», indicó Costa, que recordó que muchos barrios se hicieron sin equipamientos, algo que ahora el Ayuntamiento quiere solucionar. El informe previo al de impacto ambiental estipula que este plan tiene un crecimiento sostenible.
Una vez aprobado el avance, se expondrá durante 45 días al público después de las fiestas navideñas, para que haya un mayor acceso por parte de los ciudadanos. «Estamos en fase de que la gente colabore y seguramente habrá muchas sugerencias», remarcó la concejala, que indicó que con este planeameinto se abre una nueva etapa en la que se insistirá en la «disciplina, la gestión, la estética, la obtención de aparcamientos, equipamientos y espacios públicos».
En este avance del planeamiento se plasman seis nuevos núcleos urbanos ya consolidados. Eran urbanizables programados que en su día quedaron desclasificados, pero que ya están construidos en dos terceras partes. Entre ellos están Punta Galera, Cap Negret, Can Tumàs, Cala Gració, Can Parent, Can Llaudis y Can Pujolet. «Lo que queremos con esto es dotarlos de infraestructuras, como por ejemplo el de Can Llaudis, aunque dependerá de si el Consell nos lo aprueba», explicó Costa, que añadió que en estas zonas sólo se podrán construir viviendas unifamiliares y nunca edificios. No se crea ningún urbanizable nuevo, pero sí se mantienen algunos que no quedaron desclasificados por las DOT. Por ejemplo el sector 10 de Sa Talaia y el 15 de la Vorera Nord. También se amplía el suelo industrial de ses Païsses. Asimismo, se convierten en rústicos tres suelos que hasta ahora eran urbanizables: es Pujolet d'en Coixet, Residencial Sant Rafel y Recreatius Sant Rafel. La regidora asegura que los núcleos que más crecerán son los de Sant Antoni y ses Païsses y en mucha menor medida Sant Rafel. En Corona, Sant Mateu y Buscastell el crecimiento será mínimo. El techo de población previsto no aumenta mucho, pero todavía no pudo concretar los números.
El Ayuntamiento ha utilizado la figura del núcleo rural para marcar veinte zonas del municipio donde se han creado conjuntos de viviendas en suelo rústico. «Se hace para regularizar y legalizar su situación, ya que no son urbanos, pero en ellos no se puede construir mucho más, sólo se puede recoger lo que ya hay y luego redactar planes especiales con los que quizás se puede conseguir alguna parcela más», remarcó la concejala, que indicó que en estos casos el nivel de dotación de infraestructuras es menor. Algunos de los núcleos que se crean son Can Ramonet, s'Olivera, es Pujolet de Can Coixet o sa Capella.
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