La muestra incluye todo tipo de objetos que sirvieron de entretenimiento para niños de dos siglos, hasta 1950. FOTO: IRENE G. RUIZ

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través de los juegos didácticos, objetos y muñecas con que acompañaron la infancia nuestros abuelos podemos averiguar de qué clase social eran, las costumbres y la época a la que pertenecieron y el imaginario que desarrollaron esos niños. Pero los juguetes no sólo guardan estos secretos, sino que cada uno de ellos esconde en silencio la historia de los pequeños a los que entretuvieron y divirtieron. «Es imposible saber quién fue el propietario de cada una de las piezas que tengo, pero sí que he adquirido algunas muñecas o escenas cuya historia está documentada», comentó Félix Martínez Torres, el coleccionista y comisario de la exposición que posee un total de 11.000 piezas entre complementos, juegos, muñecas y objetos lúdicos. De entre toda su colección ha elaborado una selección de unas 800 piezas para la muestra que se inauguró ayer y que estará en el Centro Cultural S'Alamera de Vila hasta el 25 de enero. Se trata de una de las mayores colecciones de juguetes antiguos de toda Europa. Sólo por poner un ejemplo, la presidenta de la Asociación de Miniaturistas de España le considera uno de los mejores coleccionistas del mundo y esta exposición ha despertado el interés de diversos profesionales de la península. Su pasión por coleccionar juguetes antiguos nació cuando tenía tan sólo 13 años y desde entonces ha adquirido todas 'estas reliquias'. «Algunas son de incalculable valor, pero no pienso en todo lo que he gastado en este tiempo», añadió Martínez Torres.

A través de un minucioso trabajo de selección llevado a cabo por parte del propietario, en esta muestra se puede hacer un recorrido por dos siglos, desde 1750 a 1950, de evolución de los juguetes europeos. Algunos, elaborados con madera, cera, trapo y otros materiales. Otros de París, Nueva York, Londres o Eivissa. Entre todos ellos hay un curioso ejemplar de los famosos Juegos Reunidos de entre 1940 y 1950 que han llegado en plásticos hasta nuestros días. Se conserva con la totalidad de sus piezas y hasta con el libro de instrucciones. Éste es otro de los valores añadidos de la muestra, ya que Fèlix Martínez Torres se ha preocupado por conservar todas las piezas tal como fueron en su origen, lo que le lleva un trabajo de conservación y búsqueda incansable.

Después de 17 años sin exponer en Eivissa se abre otra oportunidad para que todos puedan conocer los secretos que guardan sus muñecos.