La comunidad musulmana de la isla reclamará ayudas a las instituciones para que poder hacer frente a las clases particulares que toman sus hijos para aprender a hablar y escribir correctamente en árabe. Según explicó Abdelahk Dikit , tesorero de la asociación musulmana de Eivissa, la crisis dificulta cada vez más que los padres puedan sufragar el precio para que sus hijos aprender su lengua natal. «Es un tema que nos preocupa mucho, nuestros hijos pueden escribir y hablar en catalán porque es lo que están estudiando, pero en su lengua natal ni una palabra, ni una letra. Imagina que cuando va a Marruecos ven un letrero sobre una cosa y dicem qué es eso», señaló Dikit quien detalló que en la actualidad, sólo en el municipio de Evissa, hay unas cuarenta familias que se encuentran en la misma situación. Los pagos ascienden a 20 euros por dos horas de clase, tres veces por semana, lo que da un total de 60 euros por hijo a la semana. «Si tienes un hijo pagas 20, pero si tienes dos pagas 30 y si tienes tres, 45 euros», explicó Dikit, sobre la oferta para familias numerosas, entre las cuáles «hay muchos padres sin trabajo». «Estamos estudiando cómo hacer porque es muy difícil afrontar estos gastos. Hasta el momento nos ayudamos entre nosotros porque no tenemos a nadie que nos ayude, pero vamos a tocar todas las puertas», destacó el tesorero de la agrupación.

Por otra parte, la comunidad musulmana celebra hoy la fiesta del Sacrificio, por lo que se calcula que más de mil personas, entre hombres y mujeres procedentes de todas las asociaciones musulmanas de la isla se reúnan esta mañana para rezar en el polideportivo de Santa Eulària. Después, cada familia se retirará a sus casas particulares donde llevarán a cabo la ceremonia del sacrificio del cordero, en la que cada padre de familia debe sacrificar a un animal como manda la tradición. Dikit calcula que se llegarán a matar más de 600 corderos en toda la isla, algo que no faltará a pesar de que en época de crisis se deba pagar un precio por animal que oscila entre 200 y 250 euros. «Tenemos que pagarlo porque hay que hacerlo, pero como es una fiesta muy importante la que la gente puede acudir a pedir préstamos a los amigos porque el cordero hay que sacrificarlo», concluyó.