El parón de la construcción no sólo ha dejado medio vacíos los andamios sino que también ha obligado a dejar en el garaje buena parte de los camiones que trasladan material lo que, a su vez, se ha traducido en un gran número de despidos entre las empresas transportistas. La patronal del sector asociada a la Petita i Mitjana Empresa d'Eivissa i Formentera (Pimeef) se reunía hace unos días para hacer balance de la situación y constataba que se había tenido que prescindir de cerca de la mitad de su personal.

«Respecto a las plantillas, han tenido que bajar entre un 50% o un 60% fijo. Hay de todo y algunas sociedades han tenido que despedir a más gente que a otras, incluso hay empresas en que había uno o dos de la familia y luego tenían algunos chóferes y han tenido que despedir a todo el personal y se han quedado sólo ellos», explicó Joan Bufí, presidente de la patronal.

Esta destrucción de puestos de trabajo empezó hace meses por la no renovación del personal con contrato temporal, una parte importante pero minoritaria de los empleados del sector, según el empresario.

«En el tema de plantillas vamos aguantando el máximo posible porque los despidos también nos salen carísimos. Si encima de que no ganas un duro tienes que pagar indemnizaciones, nos acabamos de desangrar», apuntó Bufí.

Sin cierres

A pesar de esos elevados costes a los que se refiere el empresario, hay sociedades «en que se ha despedido a toda la plantilla». «Son empresas que no llegan a cerrar, se mantienen aunque sin personal. De momento no he oído de ninguna firma que haya cerrado, pero la crisis no ha terminado todavía y alguna va a cerrar, seguro», afirmó el representante del sector. «Todavía nos quedan unos meses muy críticos», alertó Bufí.

Con un panorama como este la reducción en el precio de los combustibles no supone un salvavidas, aunque sí que es un pequeño balón de oxígeno.

«La bajada de los combustibles han aliviado algo la situación, como lo haría cualquier cosa que suponga una rebaja de costes. Siempre es una alegría, pero el problema es que hay muy poco trabajo», reiteró.

La patronal de los transportistas ha solicitado al conseller insular de Mobilitat, Albert Prats, una reunión para «para comentarle los problemas que tenemos y ver si van a salir trabajos de obra pública», dijo Bufí.

El empresario cifra sus esperanzas en las iniciativas que deben llegar aprobadas desde Madrid. «Dicen que en marzo o abril empezarán a salir y notarse las ayudas del Gobierno central. Si llega dinero, nos ayudará muchísimo, lo que ocurre es que, cada mes que pasa, las empresas se van abajo y estamos con el agua al cuello», añadió.