El Ayuntamiento de Eivissa estudia subvencionar con 300 euros por taxi la implantación del GPS, que junto a otros 300 euros que también propone aportar el Consell supondría una ayuda de 600 euros para cada taxista de Vila.

El concejal de Mobilitat, Joan Rubio, mantuvo ayer una reunión con el presidente de la Asociación de Taxistas Autónomos de Eivissa, Vicente Prats, quien destacó «el interés» de Rubio «en agilizar al máximo posible la instalación del GPS» y explicó que el edil «ofrece esta subvención siempre y cuando el Ayuntamiento pueda participar en la organización del sistema que se contrate». «El concejal quiere que nosotros elijamos el sistema y lo instalemos. Ahora, dice que si no llegamos a un acuerdo con las demás asociaciones para implantar el sistema será el Ayuntamiento el que hará un concurso entre las empresas de GPS y un decreto ley obligando a todos los taxistas a implantar el servicio que ellos elijan», explicó el presidente de los taxistas de Vila, para quien la instalación de este sistema traería ventajas, como un aumento en la «seguridad ante cualquier tipo de problema o incidente», así como una mejora en la relación con el cliente como puede ser tenerle informado sobre el tiempo de espera, además de un aumento «del 25%» en la capacidad de servicio.

Marí pide su dimisión

Por otra parte, el presidente de la asociación Unió Pitiusa, Joan Marí, aseguró que Rubio «no puede justificar las seis nuevas licencias diciendo que no hay asalariados trabajando». «Ahora mismo hay cerca de cincuenta conductores asalariados. Además, también es mentira que haya dos turnos diarios de cuarenta», apuntó sobre algunos de los argumentos de Rubio para justificar los nuevos permisos con un informe que indica que en temporada baja funcionan 40 taxis diarios cuando los taxistas dicen que son 80. «Pedimos su dimisión porque no puede ser que el responsable de Mobilitat no sepa cuál es la situación del taxi y que diga estas cosas, es inasumible. O rectifica o vamos hasta las últimas consecuencias», concluyó Marí.