Objetivos: disfrutar del arte y aprender. Los alumnos tenían que tomar apuntes para responder un cuestionario de diez preguntas, al mismo tiempo que disfrutaban previamente del arte de la imagen y la pintura. Fotos: M.J.REAL

ay imágenes bastante impactantes, como en la que se puede ver a una niña muy delgadita cerca de flamencos; casi se le confundir con ellos de lo flaquita que está. Otra que nos ha llamado mucho la atención es en la que se ve a un niño con una pistola en la mano. Nos servirá para reflexionar sobre otras realidades que existen en el mundo», afirmaban Lorena Manga, Estefanía Turigas y Alba Serra, tres alumnas de cuarto curso de ESO del instituto de Santa Maria de Eivissa.

Un total de 18 alumnos de tercer y cuarto curso de este instituto visitaron ayer la sala cultural de S'Alamera para ver las exposiciones sobre los derechos del niño, por un lado, y la breve historia de Eivissa de Dominique Sanson, por el otro. La primera de estas muestras refleja mediante las imágenes de fotógrafos muy conocidos internacionalmente los artículos de la Convención sobre Derechos del niño, aprobada en 1989 por Naciones Unidas. En total se pueden ver 35 imágenes de 21 fotoperiodistas, la mayor parte de ellos de la agencia Contact Press Images. La obra de Dominique Sanson, La epopeya de Ibiza y Formentera, narra mediante 21 cuadros la historia de la isla hasta la actualidad. Así, la muestra empieza con la llegada de los fenicios, que asentaron las bases comerciales en la isla. Poco después los griegos le pusieron el nombre de Pitiüses, que quiere decir 'islas de pinos'.

«No os dediquéis a coger apuntes desde el principio. Primero quiero que observéis los cuadros, que disfrutéis de la pintura y después ir contestando las preguntas con tranquilidad», explicaba el profesor Salvador Ortiz a los chicos y chicas antes de que éstos empezaran el recorrido cultural, quien añadía: «Aparte del contenido histórico que les va a examen queremos que sepan apreciar el arte de la fotografía y la pintura». Así, los alumnos tenían que responder un cuestionario de 10 preguntas que posteriormente les puntuaría y tendrían que estudiar para un examen de Ciencias Sociales: «Es una manera diferente de que estudien la materia que les entra en el examen», afirmó Ortiz. «Ha estado bien, aunque se hacía algo pesado por los cuadros porque todos se parecen bastante», explicaban Ana Guasch, Tanit e Ignacio Otal, alumnos de tercer curso de Santa Maria. María José Real

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