El derecho más desconocido

«La idea básica es que los alumnos aprendan lo que son los derechos culturales a partir de unos juegos, unas preguntas que les planteamos tras observar los carteles», afirmó Mireia Tresserres, responsable de este taller educativo. Así, los 30 carteles realizados por diseñadores gráficos de España y América Latina reflejan mediante imágenes diversas qué son los derechos culturales, por ejemplo, se muestra un cartel que usa la grafía y los colores de una conocida marca de refrescos, pero que en lugar de mostrar su nombre pone 'Globa Loca': «En lugar de coca cola muestra globa loca y intenta que los alumnos entiendan que la globalización es homogeneización, una sola cultura y una sola lengua. Por tanto hablamos del establecimiento de unos estándares culturales. Poco a poco, mediante las preguntas y el material didáctico que les damos entienden que no puede haber una lengua que se 'coma' al resto, que el mundo es muy diverso y que hay que respetar a los demás y sus culturas», afirmó Tresserres.

Con la observación de cada cartel, los alumnos obtenían unas pistas con las que podían ir resolviendo las preguntas que se les formulaban: «Poco a poco van completando el recorrido y conocen cuáles son los derechos culturales. Los dicen ellos mismos, por ejemplo, derecho a hablar nuestra propia lengua, poder pintar, derecho a ir a la escuela, a tener bibliotecas, entre otros». Al final del recorrido, los alumnos captan el mensaje general: a través del respeto mutuo se puede vivir en un mundo diverso y global. Para que lo entiendan mejor hacen un ejercicio de intercambio de zapatillas. Durante la tarde de ayer se inauguró también el ciclo de conferencias Drets culturals i ciutadania con la charla de Alfons Martinell.

María José Real

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