El proceso de escisión de la Cambra de Comerç d'Eivissa i Formentera de la de Mallorca vuelve a arrancar tras cuatro meses parado, si bien la comunicación realizada por la Conselleria de Comerç de encargar a otro departamento del Govern la tasación de la sede cameral de Palma no ha calmado las suspicacias de la Comisión Gestora pitiusa respecto a la equidad del Govern.

Según un escrito remitido el pasado 12 de noviembre a la Cambra d'Eivissa i Formentera por parte del director general de Comerç, Pere Trias, el 28 de octubre se solicitó a la Direcció General de Tributs i Recaptació de la Conselleria d'Hisenda y a la de Habitatge para que realicen una nueva valoración según los criterios dictaminados por el Consell Consultiu y que exigía que se hiciera a precio de mercado.

«Tras meses sin dar señales de vida, se nos ha comunicado una decisión tomada sin conocimiento de la junta liquidadora [en la que participan Comerç y las dos entidades camerales implicadas], de forma unilateral y sin saber muy bien cuál es el encargo concreto», lamentaba Joan Tur Ripoll, presidente de la Comisión Gestora. El máximo responsable cameral aseguraba, con cierta ironía, que en la Cambra «estamos encantados de que por fin se haga algo», y, en referencia a que la tasación la haga otro departamento del Govern, «en principio nos da garantías porque no tenemos por qué cuestionar su capacidad, aunque genera dudas».

Interrogantes

Los interrogantes alcanzan no sólo a la posible parcialidad de la nueva tasación, sino también al procedimiento. «Hemos remitido escritos a Hisenda y Habitatge para saber si la tasación se la han encargado a precio de mercado y, si es así, si el precio será a día de hoy o al de junio de 2006, cuando se produjo la separación, puesto que ahora los precios van a la baja», explicó la responsable de la secretaría de la Cambra, Dolors Tur. «También queremos saber qué inmuebles serán objeto de tasación y que se nos facilite el nombre y titulación de los técnicos que la harán», añadió.

Bienes y obras de arte

La misiva del Govern anunciaba el encargo a los auditores de la Cambra mallorquina «de que realicen el balance contable del patrimonio de la Cambra». Tur Ripoll destacó que se trata de «técnicos en fiscalidad, pero no tasadores de arte», por lo que se preguntó sobre su capacidad para fijar precios teniendo en cuenta que deben valorar una extensa biblioteca y obras de arte como maquetas de galeones realizadas en el siglo XIX o un cuadro de la primera época de Narcís Puget.

«Además, se está hablando como si sólo interesara el líquido, pero quizás querríamos contar con elementos patrimoniales relacionados con las Pitiüses, como los libros contables de la Salinera», añadió.

A pesar de las dudas que hay en la Cambra pitiusa respecto a la nueva tasación, desde la entidad cameral se considera positivo el hecho de que se avance en un proceso que dura ya más de dos años. «Además, siempre tenemos el derecho de rechazar la nueva tasación y, si hace falta, iremos a los tribunales», aseguró la responsable de la Secretaría Dolors Tur. «Incluso exigiremos responsabilidades personales si creemos que estas exigen», añadió.