El Ayuntamiento de Sant Josep ya ha contactado con buena parte de los diez propietarios de las doce fracciones de terreno en las que está dividido es Vedrà. El propósito es convocar una reunión para explicarles los planes que tiene la Conselleria de Medi Ambient y que consisten en acabar con parte de la población de cabras que hay en el islote, alrededor de un centenar. Estos animales producen efectos muy perniciosos sobre la vegetación, ya que se comen todos los arbustos y plantas endémicas. Desde Medi Ambient no quieren acabar con toda la cabaña caprina de es Vedrà, pero sí reducir su número porque ahora mismo es «excesivo».

El alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, Agustinet, explicó ayer que convocan la reunión a petición del director general de Medi Forestal i Protecció d'Espècies del Govern, Pere Ramon Bonet, quien quiere consensuar con los propietarios esta iniciativa. «Ellos no quieren prohibirlo totalmente, simplemente quieren hablar con los propietarios a ver si se pueden reducir las cabras», explicó Marí Ribas, que aseguró que todos los dueños de es Vedrà con los que ha hablado se han mostrado dispuestos a hablar. «Entre ellos hay todo tipo de opiniones; ellos se muestran recelosos porque piensan que no se les tienen que poner normas, pero entienden que quizás si hay demasiados animales puede ser perjudicial», relató el alcalde, que no sabe cuál es el número máximo de cabaña caprina que puede quedar en el peñasco, porque estos informes dependen de Medi Ambient.

«Como en todo, debe haber un equilibrio; la actividad ganadera o cinegética se tiene que poder mantener, aunque también es cierto que hay que controlar que no haya demasiadas porque pueden perjudicar la flora», remarcó el primer edil.

El primer gobierno del Pacte (1999-2003) intentó eliminar por completo las cabras, algo que generó una gran polémica. El entonces conseller del PP en la oposición Joan Marí Tur, Botja, criticaba que la supresión de estos animales ponía en peligro una práctica ancestral pitiusa, como es la caza de cabras en es Vedrà. Estas cacerías se producían en Navidad y en Pascua.

El alcalde de Sant Josep indicó que le gustaría que se pudiera hablar con los propietarios del extinto parque natural de Cala d'Hort sobre una posible ampliación de la zona protegida, que actualmente se circunscribe sólo al litoral y a los islotes. «Ya sé que los propietarios siguen siendo muy reticentes a normativas pero creo que hablar tendría que ser posible; yo propondría que se hablase, pero me gustaría que fuese sin presiones y con calma», explicó Marí Ribas, que ve que los dueños pueden tener más ventajas que inconvenientes a la hora de entrar en un parque natural. De todas formas, todavía no ha habido contactos y «hay que hablar mucho antes de tomar decisiones».