Vista general del muelle desde el que parten los barcos hacia Formentera.

GUILLERMO ROMANÍ

Los formenterenses comienzan a temer que las comunicaciones marítimas con Eivissa, de las que dependen inevitablemente para salir de la isla, empeoren este año respecto a los anteriores, si ello es posible, porque ya se han producido drásticas reducciones en una de las navieras que opera entre las islas, Mediterrànea-Pitiusa, y el pool Trasmapi-Baleària presenta unos horarios que sólo estarán vigentes hasta final de mes, lo que augura, a nadie se le escapa, que habrá una nueva reducción de conexiones entre Formentera y Eivissa. Los usuarios habituales de la línea lo tienen claro: «La preferencia es el turismo y los que vivimos y trabajamos aquí no contamos para nada», aseguraba P.M. con perplejidad ante los actuales horarios.

Así como están las cosas, Mediterrànea-Pitiusa oferta únicamente tres viajes de ida y vuelta al día de lunes a viernes, y los sábados, domingos y festivos reduce los trayectos a un servicio por la mañana en ambas direcciones y otro por la tarde, acabando, eso sí, su servicio con el trayecto Eivissa-Formentera a las cinco y media de la tarde, tanto en uno como en el otro caso.

Por su parte Trasmapi-Baleària ha reducido su oferta, casi excesiva en verano, a ocho trayectos entre Eivissa y Formentera y siete entre la Savina y Eivissa a diario, reduciéndolos además a seis en ambas direcciones los sábados, domingos y festivos.

Detalle en positivo

Afortunadamente, y ante la escasez de enlaces, ya no se producen los solapamientos típicos del verano con los que una compañía quiere dejar a la naviera rival prácticamente sin clientela («el pez grande se quiere comer al chico», señalaba J.M., al tiempo que expresaba un temor: «Están intentando tener el mismo monopolio en el transporte de pasajeros que el que ya tienen en el de mercancías y eso puede ser muy duro para los formenterenses». De producirse, se podría encarecer aún más el precio del billete y al mismo tiempo limitar las frecuencias en temporada baja hasta extremos de hace años cuando ir y venir de Formentera en invierno era una tarea sumamente complicada.

Por la mañana, entre ambas navieras tienen programados seis viajes desde la Savina hasta Eivissa, comenzando a las siete y media, ocho y media, nueve y media, diez y media, once y media, y una y media, mientras que para regresar viajar de Eivissa a Formentera por las mañanas la oferta decrece ya que entre ambas compañías ofrecen viajes a las siete y media, ocho y media, nueve y media, once y cuarto, dice y media y una y media. Por la tarde la cuestión se pone más compleja: Mediterrànea-Pitiusa sólo ofrece un trayecto a las tres y media hacia Eivissa y regresa a la Savina a las cinco y media, mientras el pool Trasmapi-Baleària sólo tiene tres trayectos hacia Eivissa, a las cuatro, las seis y media y las ocho y media, mientras que para viajar hacia la Savina hay servicios a las cuatro, las seis, las siete y media y las nueve y media.

Los fines de semana y festivos la situación es más delicada, el primer barco hacia Eivissa desde la Savina no es hasta las ocho y media y desde Eivissa hacia Formentera también el primer trayecto es a la misma hora. Pero si en algo se nota la rebaja de los transportes de pasajeros es en esos días por la tarde, desde la Savina para viajar a Eivissa sólo habrá, entre las dos navieras, tres trayectos, a las cuatro, a las cinco y a las siete de la tarde, mientras que para ir de la Pitiusa Mayor a la Menor, cuatro viajes, a las cuatro, cinco y media, siete y media y nueve y media.Desde la conselleria de Turismo y Movilidad de Formentera se advertía hace poco que si para ekl turismo de invierno en las Pitiüses es imprescindible que existan conexiones aéreas con Eivissa, si encima no hay barcos entre las islas a horarios 'normales' poco se podrá hacer para intentar una desestacionalización que Formentera sí ha conseguido de alguna manera en los meses de mayo y octubre, objetivo prioritario anunciado un año atrás por el conseller Josep Mayans se hayan compensados con crecimientos de ocupación del 17 y 20% respectivamente en cada uno de esos mes pero el conseller Josep Mayans teme que el trabajo pueda quedar en nada y sobre todo en invierno si no hay conexiones navieras adecuadas entre ambas islas.