El conseller de Mobilitat explicó ayer ambos proyectos, que se aprobarán inicialmente en diciembre. Foto: MARCO TORRES

El conseller de Mobilitat, Albert Prats, ofreció más detalles ayer sobre los proyectos de las carreteras de Sant Joan y Sant Miquel, que serán las primeras de la isla en contar con un vial bici de dos metros y medio separado de la calzada principal. Prats señaló que este tipo de carretera es «inédita» en la isla, aunque confió en que sea el modelo habitual a partir de ahora. «El carril para bicicletas está apartado y no es un arcén camuflado», explicó Prats, que indicó que estarán separados por una barrera de madera. En total, ambas vías medirán 14 metros: nueve de calzada principal con arcenes, una cuneta de metro y medio, el vial bici de dos metros y medio y un metro de berma.

El conseller garantizó que no se expropiará ninguna vivienda, ya que el carril bici podrá discurrir en algunos puntos por detrás de las casas. Esto ocurrirá en mayor medida en la carretera de Sant Joan, donde hay más edificaciones. En esos casos el carril bici podrá pasar por caminos o vías alternativas, que en algunos casos ni tan siquiera se asfaltarán, aunque sí se señalizarán adecuadamente. Uno de los puntos en los que ocurrirá será entre la rotonda de Ca na Pepeta y la de Sant Llorenç. En algunos casos estos viales se harán aprovechando remanentes de antiguas vías.

En el caso de Sant Miquel el vial ciclista será contiguo a la carretera y sólo se desviará en un punto, a la altura del restaurante Can Caus.

Con el fin de evitar el derribo de casas o albercas el drenaje discurrirá soterrado en algunos puntos por debajo del carril bici.

El coste de ambas carreteras, que será sufragado a través del convenio de carreteras, alcanzará 32 millones, 14 la de Sant Miquel (tiene 11'3 km) y 18 la de Sant Joan (13'4 km). El plazo de ejecución una vez empiecen las obras será de un año y medio en el caso de Sant Joan y de 16 meses la de Sant Miquel. Ambas obras comenzarán a finales de 2009. Actualmente ya han pasado por la comisión balear de medio ambiente y se espera que en diciembre se aprueben inicialmente en el pleno. Luego hay que pasar por la exposición pública y más adelante por los trámites de expropiación, contratación y adjudicación. Pese a que los trabajos parece que no estarán hasta 2011, Prats remarcó que quieren ejecutar estos proyectos «lo antes posible».

El coste de las expropiaciones será de 1'8 millones de euros en Sant Miquel y 2'4 en Sant Joan. Este proceso se llevará a cabo con «toda la transparencia» y se habilitará un portal web indicando también cuestiones como los cortes de tráfico durante las obras. Por la carretera de Sant Miquel transitan cada día 5.700 vehículos y por la de Sant Joan 5.800, con un 7% de vehículos pesados. Actualmente ambas carreteras, sobre todo la de Sant Joan, están en un estado «muy peligroso», según indicó Prats, y por eso se hará un asfaltado de la de Sant Joan de forma urgente que tiene un coste de 150.000 euros. El conseller explicó además que estas dos vías son resbaladizas porque siempre se usaban áridos de la isla, que tienen elementos calcáreos. Ahora se utilizarán áridos porfíricos de fuera de la isla que garantizan un «fregamiento» mucho mejor.

El Consell prevé la construcción de numerosas nuevas rotondas para evitar la peligrosidad en algunos puntos. En el caso de la vía de Sant Miquel habrá dos nuevas glorietas antes y después del pueblo de Santa Gertrudis que contribuirán a «pacificar» el tráfico en ese punto. Además, se construirá un giro hacia la izquierda con carril central a la altura de Can Caus. En el caso de la vía de Sant Joan se harán seis nuevas rotondas: en el Trull den Vich, en el pas de Sant Mateu, en el desvío de Sant Llorenç, en el cruce de Ca na Pepeta, en Can Curuné y en la incorporación a Portinatx. Donde hay más complicaciones técnicas es en la entrada a Sant Llorenç, por quedar muy encajada. En ninguna de las dos carreteras hay desvíos del trazado original y sólo se suavizará alguna curva, como a la altura de la ITV. Prats defendió estas obras porque ahora mismo son las carreteras «más peligrosas», ya que tienen una plataforma de sólo de 5'8 metros. Los trabajos incluirán el soterramiento de tendidos aéreos.